Los derechos de autor de Dalí provocan la ruptura entre los tres principales colaboradores del pintor
Demart, la sociedad que representa los intereses del artista, sufre una crisis interna y deberá rendir cuentas
El abogado del pintor Salvador Domégueh, ha confirmado a este diario que la defensa de los derechos de autor del pintor ha provocado una ruptura entre los tres colaboradores más íntimos de Dalí y patronos vitalicios de la Fundación Gala-Salvador-Dalí: Robert Descharnes, secretario personal de Dalí; el pintor Antoni Pitxot, amigo de Dalí y el propio Doménech, abogado para asuntos españoles del pintor. "No sería erróneo decir que Robert Descharnes, de un lado, y Antoni Pitxot y yo, de otro, nos hemos distanciado significativamente", dijo Doménech, "porque, aparte del respeto mutuo, hemos discrepado en temas como el de la defensa de los derechos de autor de Dalí".
Por otra parte, Demart, sociedad creada por Descharnes y que representa, los derechos de Dalí, atraviesa una crisis interna y deberá rendir cuentas de su gestión. Los miembros del consejo de dicha sociedad se reunieron ayer en Ginebra bajo el más absoluto hermetismo para tratar del tema.Uno de los mitos más constantes y diflindidos por los medios de comunicación en estos últimos años de Salvador Dalí ha sido la existencia de una troika unida y sin fisuras de amigos-administradores-protectores de Dalí, integrada por Descharnes, Pitxot y Doménech. Los recientes acontecimientos, a partir de la creación de Dernart por Descharnes, parecen confirmar que esta troika no ha existido casi en ningún momento y que, en todo caso, ha quedado definitivamente rota en los dos últimos años.
"No sería erróneo decir que Robert Descharnes, de un lado, y Antoni Pitxot y yo, de otro, nos hemos distanciado significativamente", dijo a este diario Miguel Doniénech, "porque, aparte del respeto mutuo, hemos discrepado en temas como el de la defensa de los derechos de autor dalinianos; yo nada tengo que ver con esas cuestiones ni con Demart, pues a partir de la fundación de la sociedad ése fue un des"de que se hizo de de mis funciones como abogado del señor Dalí". Doménech añadió: "Las opiniones de Pitxot y mías contrastaban con los propósitos de Descharnes; hay diferencias de enfoque, de actitud y también de objetivos. A partir de la creación de Demart se constata la evolución de una alternativa; Descharnes tiene una gran carga de ilusión, voluntarismo por defender a Dalí y tal vez también un poco de chauvinismo francés, de no creer que en España podemos hacer bien las coas; por otra parte, Descharnes tiene también unas aspiraciones económicas legítimas y, sobre todo, la ambición personal de ser el máximo experto mundial en la obra de Dalí".
Doménech insistió: "tanto Pitxot como yo hemos sufrido mucho con las calumnias, acusaciones e inexactitudes de que hemos sido objeto y pensamos proceder judicialmente contra los difamadores" y añadió: "Lo que hay que hacer es dejar vivir y morir en paz a este señor, que es un español que ha vuelw a su tierra y ha dejado a su país y a su ciudad un patrimonio artístico muy importante y que, con la cotización de sus cuadros, supone nules de millones de pesetas".
Reunión hermética
Los miembros del conse o de la sociedad Demart Pro Art B. V., constituida por Robert Descharnes por contrato con Dalí, para velar por los derechos de reproducción y comercialización de obras y objetos creados por el pintor catalán Salvador Dalí, celebraron ayer una reunión en Cointrin, una localidad suiza vecina a Ginebra, donde tiene su sucursal operativa esta entidad, con sede oficial en Holanda, bajo cuyo derecho fue fundada. En la reunión, en que se debía analizar los actuales problemas de Demart, se celebró bajo el más absoluto hermetismo.
Los actuales problemas de Demart se derivan de conflictos de Descharnes con sus anónimos socios, de la confusión organizativa de la entidad y de la necesidad, según se especifica en e contrato suscrito con Dalí, de que Demart se someta periódicamente a auditorías, realizadas por la firma Arthur Andersen, según explicaron algunas fuen tes. Demart debe presentar la primera de estas auditorías inmediatamente a Dalí y al patronato de la Fundación Gala-Dalí del que son miembros el Gobierno español y la Generalitat de Cataluña.
Otras fuentes indicaron que Descharnes ve su puesto de director general de Demart amenazada por otros accionistas, debido a las dificultades de la sociedad para liquidar créditos contraídos con entidades financieras británicas y suizas, aunque uno de los abogados que han seguido el proceso de creación de Demart señaló a este diario que "estas sociedades de servicio, en principio, no necesitan de una gran financiación y, por tanto, no suelen intervenir en ellas los bancos; no veo qué actividades pueden haber acometido Descharnes y sus socios para tener problemas de créditos".
La Generalitat de Cataluña, como miembro de la Fundación Gala-Dalí, fue invitada a la reunión de Ginebra, pero, según confirmó a este diario un alto cargo del Departamento de Cultura, rechazó el ofrecimiento. Está previsto que en fecha próxima se celebre una reunión en Barcelona entre representantes de la Generalitat y Demart.
La crisis abierta recientemente en Demart Pro Arte B. V. obedece, según fuentes jurídicas consultadas por este diario en Ginebra, París, Madrid y Barcelona, a un doble motivo. De un lado, las fuentes citan desavenencias de criterios entre Robert Descharnes, director general de Demart, y los restantes socios de la entidad, cuya identidad se desconoce. Por otra parte, las actividades de Demart en tiempos recientes han entrado en colisión con los intereses de otras personas y empresas a quienes Dalí concedió derechos de reproducción y comercialización de su obra antes de 1981. Según algunas fuentes, esta colisión de intereses habría inspirado, indirectamente, la reéiente carta de denuncia sobre el confuso estado de los asuntos de Dalí, remitida al presidente de la Generalitat de Cataluña por un grupo de personas de ámbito artístico y cultural que tuvieron relación con el pintor hasta 1981, año en que los asuntos dalinianos comenzaron a ser gestionados por un nuevo equipo de administradores.
Babelia
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