Presentación de '1140', último espectáculo del grupo catalán Fura dels Baus
1140 ,título provisional del último montaje del grupo catalán La Fura del Baus,concedido para presentar a la audiencia de 1.200 almas de pie y con posibilidad de movimiento, fue presentado por primera vez, el pasado jueves, dentro de la Muestra lnternacional de Teatro de Valladolid organismo que ha producido el espectáculo junto con otras seis entidades.
1140, que se llamará definitivamente Tier Mon, se presentó en Valladolid como preestreno de algo que el propio grupo insiste se verá en su forma definitiva el 9 de junio dentro de la programación del Mercat de les Flors en Barcelona."Nuestra forma de trabajo y metodología", comenta Marcell.Ii Antúnez, uno de los líderes del grupo, "nos obliga necesariamente a tener que contrastar con público nuestros montajes antes de darles una forma definitiva". Tier Mon, que forma la tercera y última parte de una trilogía que se completa con los espectáculos anteriores del grupo (Acciones y Suz-o-Suz) está dentro de la misma línea que éstos: escenografías de dura estética, sonidos sobrecogedores, público en movimiento situado en un plano general, números o acciones sin hilo narrativo, ausencia de palabra, novedosos artilugios, climas inquietantes, llamativa utilización del ámbito y sorprendente agilidad física.
Todo ello dentro de unos planteamientos técnicos de verdadera desconstrucción en la que se combina música-sonido, luz y movimiento actoral y escénica-robática, así como máquinas.
Tier Mon ha contado con un presupuesto de 15 millones tan solo para escenografía y maquinarias, elementos de los que la Fura dels-Baus estuvo especialmente pendiente la noche de su presentación, ya que éstos no habían sido nunca probados ni puestos en funcionamiento con 1.500 espectadores moviéndose entre los actores o ejecutores, como ellos siempre han preferido autodenominarse.
La Fura dels Baus surge en el panorama teatral español en 1984, y desde entonces los persigue tanto el éxito como la polémica. Ellos se saben especialmente observados en su tercera propuesta escénica. "Con la puesta en escena de 1140", comentan, "queremos seguir el trabajo iniciado en los dos anteriores montajes y redefinir una línea artística viva, operativa y profesional. Asumimos el éxito y la aceptación que tenemos, es decir, el reto artístico que supone montar algo nuevo, así como la responsabilidad, el riesgo y el desgaste que lleva consigo".
Si en Acciones el grupo hablaba del hombre en su niñez, en su origen, y en Suz-o-Suz de la adolescencia, en 1140 se plantea un análisis del hombre adulto. Las imágenes son más reposadas, la escenografía pierde todo carácter estilístico, buscan dar mayor incremento al instrumental, a la complejidad situacional, juegan al simulacro de la muerte, y la materia como contrapunto de la idea de la vida y la música, magníficamente resuelta con un código gestual propio, lo llena todo.
Con 1140 la Fura dels Baus ha vuelto a dar carnaza a su incondicional público. La inevitable pregunta surge ahora más que nunca: ¿y después de esto, qué?
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