Guerra libra una batalla para endurecer la crítica a Israel

El vicepresidente del Gobierno y vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, fue quien más batalló ayer para lograr un endurecimiento contra Israel en la resolución que el Consejo de la Internacional Socialista elaboraba aún anoche, sobre la situación en Oriente Medio. Los trabajos para la redacción de esta resolución se confirmaron como los más polémicos y difíciles de los abordados en este encuentro de la IS, hasta el punto de que, contra lo que estaba inicialmente previsto, el texto de la resolución no pudo hacerse público ayer. En el seno del propio PSOE se registraron divergencias sobre la necesidad de introducir o no una condena contra el Gobierno israelí, del que los laboristas de Simón Peres -miembros fundadores de la IS- forman parte.Sin embargo, Guerra advirtió a los delegados presentes en la comisión sobre Oriente Próximo, que discurna a puerta cerrada, que los españoles podrían abstenerse si no se consignase en el texto la necesidad de que la OLP esté presente en una conferencia de paz en la zona. Igualmente, pidió una mención específica (no propiamente una condena formal) a la actuación israelí en los territorios de Gaza y Cisjordania, que deben quedar gradualmente en manos palestinas.

Los representantes italianos, siguiendo la línea de dureza marcada por la mañana por el italiano Bettino Craxi, se unieron a la posición señalada por el vicepresidente español y amenazaron igualmente con abstenerse en la votación del texto. Ello hizo que la primera ministra noruega, Gro Harlem Brundtland, enviase de nuevo el proyecto de resolución a la ponencia redactora, en lugar de someterlo a votación.

El representante palestino Hanna Siniora, invitado como observador a esta reunión del Consejo de la IS, se mostró anoche "feliz" por la postura adoptada por España, que "ha respondido a nuestro llamamiento".