Una historia de incógnitas

A principios de abril de 1987, fuentes oficiales del Ministerio de Cultura confirmaron los rumores sobre contactos entre el barón Thyssen y autoridades españolas para préstamos de cuadros a España.Tras las entrevistas mantenidas con Luis Gómez-Acebo, duque de Badajoz, protector de la Fundación Thyssen-Bornemisza -entidad con sede en Barcelona, constituida en junio de 1986 por el barón Thyssen y su esposa, Carmen Cervera, junto con la infanta Pilar de Borbón y Borbón-, y con Miguel Satrústegui, entonces director general de Bellas Artes y ahora subsecretario del Ministerio de Cultura, los barones visitaron el palacio de Villahermosa (perteneciente al Museo del Prado), edificio previsto para alojar la colección artística, dispersa, entre otros lugares, por Suiza, Reino Unido y Estados Unidos. Días después, autoridadles federales y cantonales suizas manifestaron sus dudas ante el posible traslado a España de las obras.

El barón declaró que si el Gobierno suizo no le prestaba ayuda con una contribución de 18,5 millones de dólares (unos 2.349,5 millones de pesetas) sus cuadros podrían dirigirse a España. A mediados del mismo mes de abril, los cuatro hijos de Thyssen y su esposa, Carmen Cervera, firmaron un acuerdo por el que renunciaban a heredar su parte de la colección. A principios de mayo de 1987, tras unas reuniones entre los abogados de Thyssen y las autoridades cantonales suizas, el propio barón confirmó que una parte de su colección quedaría depositada entre Madrid y Barcelona. Sin embargo, a finales de mes, durante una conferencia pronunciada por Thyssen en el Club Siglo XXI, manifestó que la decisión no estaba todavía tomada.

Espacio limitado

El Gobierno suizo, el cantón del Ticino y el Ayuntamiento de Lugano propusieron a finales de julio aportar los 2.400 millones de pesetas necesarios para la ampliación de Villa Favorita, en Lugano, cuyas 20 salas no permiten exponer más que unas 300 pinturas, completadas con esculturas y otras piezas. Durante todo el verano se siguió estudiando las propuestas y contrapartidas económicas suizas. Con posterioridad, la máxima instancia judicial suiza ratificó a Villa Favorita como zona de protección especial, lo que suponía la posibilidad de ampliación del edificio. A mediados de diciembre, el Gobierno de la RFA propuso a Thyssen acoger la colección de obras de arte y facilitar su traslado a Bonn. Thyssen manifestó que este país tenía "serias posibilidades" de lograrlo. Tras estas declaraciones, se llevó a cabo una ofensiva política de las autoridades alemanas, incluida una visita del presidente federal Richard von Weizsaecker a Villa Favorita.

Durante este mes de marzo se ha seguido manteniendo la incógnita sobre el destino final de las obras, e incluso el barón se refirió a la falta de calendario para la toma de decisiones, al tratarse de "una reflexión de familia". Por su parte, el Gobierno español comenzó a estudiar la creación, con capital mixto, de una fundación encargada de la habilitación y mantenimiento del palacio de Villahermosa. A su vez el barón envió una carta a los países que ofrecieron albergar la colección comunicándoles una inminente decisión.