Traducciones
Días pasados, en la página dedicada a radio y televisión se hacía un comentario sobre la poca for tuna en la traducción de los títu los de algunas series de la televisión de EE UU y se aludía a las más actuales: Canción triste de Hill Street y Luna azul. También, y en fecha anterior, en la cirítica a la película Full metal Jacket, que se traducía como La chaqueta metálica, se decía que eltítulo hacía referencia al forro metálico de los proyectiles usados por los marines estadounidenses, el cual aumentaba su eficacia.Ni la traducción de Full metal Jacket como la de La chaqueta metálica es, a mi entender, correcta, ni lo es la apostilla a la eficacia de los proyectiles. A mi entender, la traducción más exacta, aunque libre, sería Bala blindada, referida al proyectil cuyo núcleo de plomo va totalmente envuelto o forrado por una camisa (así se denomina en España) de un metal blando (cobre, latón, cuproníquel, etcétera) y que es de uso obligatorio en todos los ejércitos del mundo, tras los acuerdos de la Convención de Ginebra (no recuerdo el año) y no sólo usado por los marines, como se desprendía del comentario aludido. Tampoco el blindaje o forrado aumenta la eficacia del proyectil, antes bien, la disminuye, por cuanto impide que el plomo se deforme, aumentando su diámetro y que con ello se acrecienten cruelmente los desgarros y, por ende, el tamaño y la gravedad de las heridas junto con los efectos traumáticos, que es lo que acontece cuando se usan balas de plomo sin blindaje o forro, o semiblindadas de punta blanda, deformable o expansiva (vulgarmente conocidas como dumdum), por lo que están específicamente prohibidas para el ejército.-
Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.