El voto de EE UU sobre la ayuda a la 'contra', plazo límite para Esquipulas 2
ENVIADO ESPECIAL, Los países centroamericanos no se pusieron un limite para el cumplimiento de los acuerdos aún pendientes del plan de paz Esquipulas 2, pero saben que el plazo está marcado ya por la votación en el Congreso de EE UU de un nuevo paquete de ayuda para la contra, previsto para comienzos de febrero. "Un solo dólar que aprueben", advirtió el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, "matará el plan. de Guatemala y acabará con los progresos hacia la paz y la democracia hechos en Centroamérica en los últimos seis meses".[El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, solicitará más fondos para los grupos armados antisandinistas después de su mensaje a la nación del próximo 25 de enero, declaró ayer un portavoz de la Casa Blanca, informa Efe].
El principal actor del proceso de Esquipulas 2, el presiden te de Costa Rica, Óscar Arias queriendo hacer honor a su premio Nobel de la Paz, trabajó para vencer todas las resistencias y sacó en San José un compromiso para satisfacer inmediatamente los puntos incumplidos de su plan de paz. Arias obtuvo de Nicaragua casi todo lo que a este país le quedaba por dar: anuncio de conversaciones directas y en territorio centroamericano con la contra, levantamiento sin condiciones del estado de emergencia y promesa de amnistía general, en función de las conversaciones de alto el fuego.
"Yo le dije al presidente Ortega", declaró Arias después de la cumbre, "que el futuro de que continúe la guerra en Centroamérica y, más en concreto, de que se apruebe ayuda adicional para la contra nicaragüense estaba en las manos del Gobierno de Managua". Arias añadió que las medidas anunciadas por Ortega no suponen el cumplimiento total de Esquipulas 2, pero dejó patente que consideraba conseguido su objetivo al afirmar: "No puedo sentirme del todo feliz si sé que dejamos para el final decisiones que pudieron haberse tomado mucho tiempo atrás y haber así salvado muchas vidas".
Sin querer hablar abiertamente de, la relación entre la cumbre de San José y la decisión que debe tomar el Congreso norteamericano, Óscar Arias dijo -con un mensaje entre líneas de que su parte está cumplida- que ahora esperaría a conocer el resultado del voto en Washington. Mucho más explícito, el presidente de Guatemala, Vinícío Cerezo, quien ha tenido en San José un papel importante para no aislar a Nicaragua, pidió a los congresistas de Estados Unidos "leer los acuerdos de Esquipulas 2 y respetarlos" a la hora de emitir su voto sobre la solicitud anunciada por la Administración de Ronald Reagan de 270 millones de dólares para la Resistencia Nicaragúense. "La responsabilidad pasa ahora a los norteamericanos", sentenció Cerezo.
Al no extenderse los plazos para el cumplimiento de Esquipulas 2, como pedía Nicaragua -la declaración de San José habla, simplemente, del cumplimiento `inmediato, público y evidente" de los acuerdos de Guatemala-, los congresistas quedan con las manos libres para votar sobre la base de lo que se haya cumplido hasta ese momento. Algunos congresistas presentes como observadores en San José opinaron que, después del anuncio hecho por Ortega, no creen que haya una mayoría partidaria de aprobar ayuda no humanitaria. El senador demócrata Christopher Dodd dijo que llevaba siete años esperando la noticia que el sábado comunicó Ortega.
El presidente nicaragúense asume con estas medidas un doble y grave riesgo. Por un lado, para que el éxito de imagen ante los congresistas sea efectivo, se ve ahora forzado a un resultado positivo en las conversaciones don la contra, que se iniciarán en San José en cualquier momento con mediación del cardenal Miguel Obando y Bravo. No es de esperar que los dirigentes de Resistencia Nicaragúense den muchas facilidades. Además, sobreja cabeza de Ortega pende la espada de Damocles de la fuerte resistencia en su país a los cambios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.