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El Mercado Puerta de Toledo, un proyecto elitista a los pies del Rastro madrileño

El centro comercial aglutinará a los mejores diseñadores, anticuarios y galeristas

El Mercado Puerta de Toledo es un ambicioso proyecto que pretende convertir el antiguo mercado de pescado, sito en dicha plaza, en un centro en el que confluyan anticuarios, galerías de arte, diseñadores de moda y vivienda, orfebres y artesanos. En un espacio de 25.000 metros cuadrados, y tras un trabajoso esfuerzo de rehabilitación que ha costado unos 1.500 millones y es obra de los arquitectos Ricardo Aroca, Manuel Domínguez y Jesús Peñalba, se va a establecer un comercio de elite a escasos metros del más popular de Madrid, el Rastro. Según las previsiones de los responsables, que no ocultan cierta inquietud ante el riesgo que entraña el proyecto, el Mercado Puerta de Toledo estará listo para la próxima primavera.

Madrid es una ciudad que ha crecido históricamente hacia el Este. La vaguada de la calle de Segovia siempre fue el pórtico de los arrabales en los que los literatos -en especial Pío Baroja y Galdós- situaban las escenas más sórdidas. Hasta pocos años antes de la guerra civil, la zona de San Francisco el Grande no se renueva. En 1931 se reconstruye el viaducto de la calle de Segovia según su estado actual y se instalan los jardines de las Vistillas. El antiguo matadero de la Puerta de Toledo es sustituido por el mercado de pescado. Un sobrio y plomizo proyecto racionalista, junto a la neoclásica Puerta de Toledo, que se debe al arquitecto Javier Ferrero.El desarrollismo cruel de los años cincuenta y sesenta destruyó, sin embargo, la identidad que esta zona había tomado con el paso del tiempo, y la apertura en 1961 de la avenida de los Reyes Católicos -actual Gran Vía de San Francisco- apuntilló el último vestigio del más entrañable casticismo.

Un mercado pestilente

A pesar de ello, aún es posible ver por allí algún vecino tocado de gorra sabiamente ladeada, superviviente del espíritu que caracterizó la ciudad. A ello ha contribuido, sobre todo, la espontaneidad del Rastro, un comercio al que el madrileño se ha entregado -posiblemente a falta de un mejor paisaje urbano- con tanto entusiasmo como fidelidad.Algún responsable del Ayuntamiento se enfrentó un día con el informe del obsoleto y -al decir de los habitantes de la zona- pestilente mercado de pescado, cuyos aledaños eran utilizados como improvisado aparcamiento los domingos por la mañana. Si la zona atraía a un público tan grande y heterogéneo, ¿por qué no instalar un gran centro comercial con la elite del diseño y del mercado del arte?

El proyecto salió a concurso y se formó la sociedad Puerta Toledo, con participación del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid. Los arquitectos Ricardo Aroca, Manuel Domínguez y Jesús Peñalba se hicieron cargo de la conversión del antiguo y racionalista mercado de pescado en un centro que conectará "el pasado artístico con la vanguardia más creativa de la actualidad". Se presupuestaron unos 1.500 millones de pesetas para la rehabilitación -más otros 250 millones de puesta en marcha-, y las obras comenzaron hace año y medio.

Ha sido necesaria una laboriosa rehabilitación para las cinco plantas de este edificio. "Hubo que reforzar la planta baja", afirma el jefe de obras, "porque el hormigón estaba picado por la sal del pescado y tuvimos que dar otra capa; no sabe usted lo que nos costó hacer eso".

Una visita las últimas semanas del pasado año permitía observar que el edificio va tomando su forma: mármoles graníticos, aceros inoxidables y una estructura funcional con ascensores lentos y vistos para dar al visitante una sensación de confortabilidad. El centro forma varios patios donde se ubicarán los vendedores según el tipo de su mercancía. En la planta baja se situarán los bares y restaurantes.

Lo más original del futuro Mercado Puerta de Toledo son las arcadas inferiores, que conservan, como las enormes vigas y pilares de hormigón que cruzan el edificio, el sabor de la arquitectura racionalista de los años treinta.

Como en París y Nueva York

Según los responsables, este mercado va a ser único en su género en España y está emparentado con los existentes en París y Nueva York. Un total de 150 locales en los que ya han confirmado su instalación creadores de moda como Antonio Alvarado, Agatha Ruiz de la Prada, Gaspar Esteva, Nacho Ruiz, Tráfico de Modas, Kima Guitart, Ángela Arregui, y anticuarios como Rica Basagoiti, Luis Francisco Elvira, Consuelo Román, Luis Morueco y Lorenzo Martínez, entre otros. El edificio se completa con una sala de 1.000 metros cuadrados en la planta superior destinada a: exposiciones, subastas y desfiles de moda y un gran aparcamiento en la planta inferior.Los responsables de la rehabilitación del Mercado Puerta de Toledo -el proyecto ha sido retocado en varias ocasiones durante su realización- no temen a los vendedores vecinos.

Un servicio de seguridad y el convencimiento que tienen de que el público es distinto alejarán a la competencia. Confían en que el nuevo centro consiga una reactivación de uno de los barrios de Madrid más atormentados por el crecimiento salvaje y por el tráfico.

Los vendedores del Rastro, por su parte, se encargarán de mantener el comercio de los cromos de la naturaleza, de Don Nicanor tocando el tambor y de las piezas más insospechadas de una antigua lavadora.

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