200.000 chilenos exigen elecciones libres en una manifestación unitaria de la oposición en Santiago
La concentración que la oposición realizó en el céntrico parque O'Higgins, en Santiago, al atardecer del jueves (madrugada del viernes en España) reunió a cerca de 200.000 personas, que exigieron pacíficamente el fin del régimen militar y la realización de elecciones libres. El mitin, la mayor demostración de fuerza de la oposición desde el inicio de la campaña por las elecciones libres, superó las expectativas de! los organizadores y demostró que la respuesta popular aumenta cuando existe unidad, aunque sólo sea táctica. La concentración fue la mayor realizada en Chile en dos años.
Los dirigentes de los partidos políticos calificaron de exitosa la concentración, convocada por la multisocial Asamblea de la Civilidad, que cuenta con respaldo de todos los grupos opositores. Pero el Gobierno dijo que el acto fue "una nueva y estrepitosa derrota" de la oposición, y subestimó la asistencia, calculándola en 59.000 personas.Para la oposición, sin embargo, este acto fue un tónico vitalizador, a un año del plebiscito de sucesión presidencial, contra un candidato que casi con toda seguridad será el general Augusto Pinochet. El hecho de que todos los partidos se adhirieran a la concentración fue notorio. Una numerosa columna de jóvenes llegó temprano al parque con una pancarta en que -de izquierda a derecha- estaban las insignias de todos los partidos, de comunistas a socialdemócratas.
[En Washington, sin embargo, finalizó ayer sin acuerdo una reunión de dos días de los jefes de varios grupos políticos opositores que buscaban, bajo los auspicios del Comité Chile de la Internacional Socialista, constituir un partido único para enfrentarse a Pínochet, informa Efe. La iniciativa se frustró por la insistencia del Partido Demócrata Cristiano -el mayor del país- en condicionar la unidad a la existencia de un programa único y un candidato común para enfrentarse a Pinochet.]
Sindicatos, universitarios, mujeres y profesionales arribaron ininterrumpidamente durante tres horas al parque, voceando la consigna: "Y va a caer, y va a caer". Cerca del escenarlo, vendedores ambulantes ofrecían diarios clandestinos de la Prensa de izquierda, retratos de Salvador Allende y Pablo Neruda y camisetas con inscripciones en favor de las elecciones libres. La ovación más nutrida fue para los familiares de los detenidos desaparecidos que caminaron, solemnes, con fotos de sus parientes, diciendo tan sólo: "Vivos los llevaron, vivos los queremos".
Impedir el fraude
Después de dos horas y media de música y saludos, los discursos no fueron demasiado oídos. Además tuvieron un tono electoralista, de campaña, que no es habitual desde el golpe de Estado de 1973. Manuel Bustos, presidente del Comando Nacional de Trabajadores (CNT), convocó a una jornada "por la patria y la democracia" en los próximos 30 días, en la que se realice una inscripción masiva en el censo electoral, "para impedir el fraude en el plebiscito y propinarle una derrota definitiva a la dictadura de Pinochet". Según dijo, "en cualquier confrontación electoral, Pinochet será derrotado".[Un grupo de chilenos residentes en España presentó ayer una petición ante el consulado de su país en Madrid para que se les permita inscribirse en el censo electoral sin necesidad de viajar a Chile.]
El médico Juan Luis González, presidente de la Asamblea de la Civilidad, pidió que ésta se fusione con los comités que exigen elecciones libres y aseguró que "vamos a derrotar políticamente a Pinochet y el pinochetismo. Señor Pinochet, cara a cara queremos decirle que no se esconda detrás de otros. Este pueblo lo va a derrotar en elecciones libres y no permitirá nuevos fraudes".
El lema de la concentración: "Estando juntos, Chile renace", fue plenamente alcanzado según los dirigentes de partidos políticos. El presidente democristiano, Patricio Aylwin, calificó de "muy positivo el acto". La ex ministra comunista Mireya Baltra dijo que "tenemos que seguir demostrando que somos mayoría", y el dirigente socialista Aniceto Rodríguez, retornado del exilio, sostuvo que la concentración "fortalece el movimiento por las elecciones libres".
Mientras tanto, la campaña de Pinochet camina a todo vapor. El ministro del Interior, Sergio Fernández, dijo que la concurrencia a la concentración fue "escasísima", acusó a los opositores de pugnas internas insuperables, y llamó a incorporarse en la construcción del futuro a los chilenos que estuvieran desilusionados de los políticos.
Pinochet ha centrado su campaña en provincias, donde cree tener más apoyo que en Santiago. En una entrevista publicada el rnismo día de la concentración, aseguró que levanta 150 kilos de pesas al día, entrega casas, inaugura caminos y puentes y afirmo que va a "arrasar" en el plebiscito del próximo año. No cree en la posibilidad de una derrota electoral, que "tendría efectos impredecibles, porque", según sostiene. "no existe otro proyecto político serio".
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