La 'contra' objeta el plan sandinista de alto el fuego
Los líderes de la resistencia nicaragüense (RN) rechazaron en la noche del viernes (madrugada de ayer en España) la propuesta hecha ese día por el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y afirmaron que equivale a una petición de "rendición ordenada" de las fuerzas que luchan por la liberación y democratización de Nicaragua.
Tres de los seis miembros del directorio de la RN, después de una reunión de más de dos horas y media, acordaron dar a conocer una reacción general sobre el contenido de la propuesta del Gobierno nicaragüense, que habían conocido a través de los medios de comunicación. Alfonso Calero, Alfredo César y Pedro Joaquín Chamorro, que habían analizado esa propuesta con los otros tres miembros del directorio, sostuvieron en la conferencia de prensa que la propuesta de Ortega es "una medida unilateral" que deja de lado la existencia de un conflicto armado.En un comunicado leído en una conferencia de prensa, expresaron que la propuesta soslaya "Ios más elementales y universales principios establecidos sobre negociaciones del cese del fuego", al obligar a la contra a elegir entre Ia rendición y la relocalización en otros países".
La oferta de Ortega establecía una tregua de un mes en la guerra, a partir del 5 de diciembre, la entrega de las armas y la incorporación de los rebeldes al diálogo político en Managua, acogidos a una amplia amnistía.
El cardenal Obando
La contra se propone presentar una contrapropuesta al Gobierno sandinista a través del cardenal Miguel Obando y Bravo, arzobispo de Managua, quien viajó el viernes de Washington a Managua, via Miami, y era esperado anoche de regreso en la capital norteamericana. Confían recibir del prelado una copia de la propuesta del presidente Ortega y reunirse a corto plazo, posiblemente la semana próxima, para preparar su respuesta.La actitud sandinista, según la nota, "violenta el principio de simultaneidad establecido en el plan Esquipulas 2", al pretender la liquidación de la resistencia antes de cumplir con los compromisos vinculados con la amnistía, la derogación del estado de emergencia y la democratización.
La contra, según se supo ayer en Washington, envió recientemente una petición a todos los países de América Latina y el Caribe para "establecer una vía de comunicación" con los Gobiernos, que constituye, según una fuente diplomática, una solicitud formal de relaciones diplomáticas.
