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EL DIÁLOGO ENTRE LAS SUPERPOTENCIAS

Shultz asegura que no es indispensable la 'cumbre' entre Reagan y Gorbachov para la firma del tratado

La celebración de una cumbre entre los líderes norteamericano y soviético no es una condición indispensable para la firma de un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre la eliminación de misiles de alcance medio y corto desplegados en Europa, mientras que el balance de la estancia en Moscú del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, es, en sustancia, positivo. Esta es la impresión transmitida por el jefe de la diplomacia estadounidense, que, después de entrevistarse con su homólogo soviético, Edvard Shevardnadze, se reunió ayer en la capital belga con los titulares de Asuntos Exteriores de. la Alianza Atlántica, entre los que figuraba el ministro español Francisco Fernández Ordóñez.

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"Si no se celebra la cumbre, buscaremos otros foros para firmado el tratado, que estará ultimado "dentro de algunas semanas", declaró el secretario de Estado norteamericano en el curso de una conferencia de prensa en la que reconoció, sin embargo, que "sería deseable que lo firmaran ambos dirigentes", y por eso "nuestra invitación a Mijail Gorbachov sigue en pie".Pero, según Shultz, el secretario general del PCUS, Mijail Gorbachov, "tiene dudas" sobre la oportunidad del desplazamiento, hasta el punto de haberle comentado, según la agencia de prensa soviética Tass, que estaba "dispuesto a visitar Estados Unidos, pero, por ahora, soy reticente sobre los posibles resultados" de ese viaje.

Desconcierto

Ni qué decir tiene que esta actitud del líder soviético ha desconcertado a sus interlocutores, y el propio Shultz confiaba, en el avión que le trasladó a Bruselas, que "no tenía ninguna idea de qué están jugando", aunque en su conferencia de prensa descartó que las dudas de Gorbachov fuesen achacables a problemas internos, y describió a su interlocutor como un hombre "de gran relieve, fuerte y lleno de vigor".

El secretario general de la OTAN, lord Carrington, se declaró, por su parte, "sorprendido", y el ministro de Asuntos Exteriores español, Fernández Ordóñez, interpretó el aparente paso atrás del morador del Kremlin como el deseo de evitar "una minicumbre" para rematar solamente el tratado sobre euromisiles sin apalabrar otros acuerdos sobre armas estratégicas o incluso sobre la guerra de las galaxias (SDI)".

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En vísperas del año electoral y con graves problemas económicos a cuestas, el presidente Ronald Reagan está más interesado, según fuentes atlánticas, en la celebración de una cumbre que Gorbachov, y éste aprovecha esta coyuntura para elevar el precio a pagar por EE UU para lograr que se lleve a cabo la solemne visita a Washington, que repercutiría positivamente sobre la imagen devaluada del presidente.

Pero, a pesar de este inesperado forcejeo de última hora, las dos jornadas de encuentros entre Shultz y Shevardnadze "no han sido un fracaso", según la expresión empleada por el titular francés de Exteriores, J. B. Raimond, mientras sus homólogos británico, belga, germanooccidental e italiano las describían como "positivas", y el español afirmaba incluso que "se puede ser optimista, aunque en la letra pequeña (del tratado) subsisten dificultades".

Los pequeños problemas

por resolver conciernen a la verificación in situ y a las modalidades de destrucción de los cohetes. Sin embargo, el calendario de su eliminación parece definitivamente establecido, y prevé la supresión de los misiles de corto alcance en el plazo de 18 meses. La eliminación de los misiles de largo alcance está previsto que se realice en tres años, mientras que los polémicos Pershing 1A germanooccidentales (con cabeza nuclear norteamericana) sólo se retirarán al final de este último período. El desmantelamiento será simultáneo, a pesar de que la URSS posee 1.500 cabezas y EE UU sólo 348.

Ginebra

Una vez que se hayan resuelto, dentro de dos o tres semanas en Ginebra, las últimas dificultades técnicas, en opinión del jefe de la diplomacia gala, existen tres posibilidades: la firma del acuerdo por los ministros de Exteriores sin que se convoque la cumbre, la conclusión del tratado y la realización en paralelo de progresos sobre la reducción de los arsenales estratégicos y la SDI que permitan el encuentro Reagan-Gorbachov, o, la más remota de las tres, una reunión entre ambos líderes para firmar un triple acuerdo.

De lo que no cabe la menor duda es de que habrá en breve un acuerdo sobre la eliminación de los euromisiles, y "el problema queda en definitivamente reducido", como recalcaba Fernández Ordoñez, "a quién y en cierta medida cuándo se firmará."

[Por otra parte, el general de las fuerzas aéreas norteamericanas John Piotroswski, informó el viernes que los rayos láser del centro experimental soviético de Saryshagan son capaces de destruir un satélite en órbita a 36.000 kilómetros de altitud, informa France Presse desde Washington.]

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