Las intervenciones arquitectónicas, a debate
Las autonomías se reúnen para estudiar proyectos sobre edificios y conjuntos históricos
Unas jornadas sobre criterios de intervención en el patrimonio arquitectónico, organizadas por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, de la Dirección General de Bellas Artes, va a reunir por primera vez a representantes de las 17 comunidades autónomas para exponer y debatir proyectos inmediatos sobre edificios o conjuntos históricos. Unos 30 ejemplos de intervenciones van a ser explicados en el Ministerio de Cultura, a partir de hoy y hasta el viernes, por sus autores, junto a otras ponencias y mesas redondas en torno a la restauración arquitectónica. También participan teóricos y críticos extranjeros, como Gaetano Miarelli-Mariani, Antonio Piva, Alan Colquboun, John Miller, Carlo Aymonino y Paolo Marconi.
Unos 250 participantes, la mayoría de ellos especialistas seleccionados por los departamentos del patrimonio histórico de las comunidades autónomas, asisten desde hoy a unas jornadas donde se comentarán las distintas tendencias y criterios de intervención arquitectónica en edificios históricos. Este debate, clásico y pendiente desde hace dos siglos en la historia de la arquitectura, se ha intensificado en los últimos años, sobre todo en Italia y España, al aumentar las modificaciones en los cascos históricos. Una treintena de proyectos, en marcha o recién terminados en la mayoría de las comunidades, que permanecerán expuestos en el Colegio de Arquitectos de Madrid, serán explicados en su contexto urbano e histórico.Dionisio Hernández Gil, director del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, quiere con estas jornadas fomentar un debate sobre las intervenciones en el patrimonio, que en España no se ha enriquecido desde el enfrentamiento entre los inmovilistas y los restauradores. Una vez terminado el proceso de transferencias en materia de patrimonio artístico, las distintas administraciones realizan planes para la conservación o dar nuevos usos a sus monumentos.
España dedica al año 20.000 millones de pesetas para la conservación y restauración del patrimonio (arqueológico, de archivos y arquitectónico), de los que la mitad proceden del instituto mencionado, 8.000 millones dedican los ayuntamientos y diputaciones y 2.000 el Ministerio de Cultura en monumentos propiedad del Estado. Francia dedica al mismo concepto 100.000 millones de pesetas, Italia presupuesta 80.000 millones y Polonia invierte 20.000 millones, igual que España.
La Comunidad Valenciana, en su plan económico para 19881991, ha destinado 700 millones anuales para la restauración de monumentos. Según Julián Esteban, jefe de servicio del Patrimonio Artístico, la mayor dedicación, tras la creación de una infraestructura técnica que apenas existía en el momento de las transferencias, se ha centrado en la consolidación de edificios y en su utilización social. Como criterio dice: " No se trata de incorporar arquitectura moderna, sino de saber entender la arquitectura histórica con criterios actuales".
Los criterios de intervención, según Antón Capitel, profesor de proyectos y ex jefe de la Inspección de Monumentos, son tan confusos y eclécticos como la arquitectura contemporánea. En esquema, distingue el período de restauración entendida como conservación estricta y las actuales tendencias de intervención en edificios que no son de primer orden. "Hoy se intenta establecer una analogía formal con la historia, un diálogo con la arquitectura antigua".Castillos sin guerras
"En nombre de la historia no hay que conservar; cada hombre aporta lo mejor de su tiempo", dice Francisco Sáenz de Oíza, quien expondrá la conversión de una casona en un museo en Las Palmas. Sáenz de Oíza es partidario de una restauración crítiea, y no soporta la reconstrucción de castillos con almenas nuevas que no conocieron las guerras.
Jordi Garcés y Enric Soria (Museo de la Ciencia y reforma del Museo Picasso de Barcelona, que hablarán sobre el museo de Navarra) opinan que lo principal es aplicar unos criterios sobre edificios existentes y una intervención profunda en el cambio de uso. "Hoy se están conservando cosas que deberían ser derribadas".
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