Taxidermia, prótesis y ruinas
Las intervenciones en el patrimonio arquitectónico abarcan tanto grandes zonas urbanas como monumentos históricos, algunos de ellos distinguidos por la Unesco como patrimonio de la humanidad, y otros edificios casi en ruinas donde la actuación lleva el sello personal del arquitecto o la imagen de la arquitectura moderna o posmoderna. En situar el grado de la operación, de consolidación o más traumática, es donde no hay unanimidad de los profesionales consultados, quienes se refieren al respeto histórico, la inclusión de nuevos elementos por contraste o el valor de las ruinas.Salvador Pérez Arroyo, que expondrá sus proyectos sobre los monasterios de Carracedo y San Pedro de Arlanza, que pasarán a ser museos, se refiere a la taxidermia y congelación para indicar su respeto por lo existente, su defensa no arqueológica por el edificio como documento histórico. El Centro de Arte Reina Sofía va a tener actuaciones sucesivas. Tras la restitución de Antonio Fernández Alba -que explicará en las jornadas- se ha anunciado la búsqueda de una imagen más atractiva.
Como contraste, la Xunta de Galicia encarga estudios previos de actuaciones. Equipos de 15 personas dirigidos por Andrés Fernández Albalat y César Portela han estudiado el castillo de Monterrey y el monte de Santa Tecla.
En las jornadas se expondrán, entre otros, los proyectos sobre el teatro de Sagunto, el templo de Diana de Mérida, el Palau de la Música de Barcelona, el Museo de León, el convento de Avingaña (Lérida), las murallas de Palma, la plaza de Alcoy, el palacio de los Benavente de Valladolid, los molinos de Murcia, el castillo de la Bilbal y los juzgados de Sevilla.
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