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Desconcierto en Exteriores ante los intentos de 'diplomacia paralela' ajenos al Gobierno

Representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores admitieron ayer sentirse "desconcertados" ante los intentos de diplomacia paralela" que llevan a cabo instituciones distintas al Ejecutivo. El nuevo foco de fricción surgió al conocer la diplomacia española que el presidente del Senado, José Federico de Carvajal, emprenderá el lunes un viaje oficial a Buenos Aires, poco más de una semana antes de que el presidente del Gobierno, Felipe González, inicie su propio desplazamiento a Argentina.De Carvajal regresó hace diez días de México, otro de los países que incluirá la gira latinoamericana que González iniciará a finales de este mismo mes. Posteriormente, el presidente del Senado tiene pensado desplazarse, probablemente en noviembre, a Uruguay, que también será visitado ahora por Felipe González.

Las fuentes del palacio de Santa Cruz consultadas por este periódico señalaron que el Ejecutivo "no puede inmiscuirse" en los viajes que organizan los presidentes de las Cámaras legislativas, por más que tales viajes, "de los que a veces nos enteramos por las embajadas", puedan parecer "inoportunos".

En concreto, la gira latinoamericana de De Carvajal fue considerada por altos funcionarlos de Exteriores como la de una especie de precursor del presidente del Gobierno. El ministro Francisco Fernández Ordóñez había solicitado recientemente al presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, que aplazase durante algunas semanas la visita que éste último pensaba realizar a Argentina, precisamente para evitar coincidencias y la sensación de una excesiva presencia institucional española que pudiese hacer sombra al viaje de González; Rodríguez de la Borbolla accedió a la petición y su viaje ha quedado aplazado sine die.

Órgano privilegiado

Fuentes de los grupos parlamentarlos en el Senado dijeron "comprender" la política de viajes emprendida por De Carvajal, quien, en su desplazamiento a Argentina, irá acompañado, además de otras personas de su séquito personal, por el aliancista Juan de Arespacochaga. Estos medios subrayaron que la Cámara alta pretende convertirse en un "órgano privilegiado" para las relaciones con Iberoamérica, y en este carácter se celebró ayer, presidida por el propio De Carvajal, una reunión de comisión ante la que declararon el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Luis Yáñez, y el comisario de la Expo-92, Manuel Olivencia, para explicar los preparativos del V Centenario del Descubrimiento.

Sin embargo, ello no parece suficiente razón para algunos representantes del Gobierno, según los cuales "debería existir una mayor coordinación" a la horade planificar los viajes, entre las comunidades autónomas, las Cámaras legislativas y el Ejecutivo, "para garantizar una mayor eficacia". Ello se pone especialmente de relieve, según estas fuentes, en el caso de Latinoamérica, cuando el Gobierno trata de lanzar una nueva ofensiva diplomática: el director general para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, fue sustituido ayer en Consejo de Ministros por el hasta ahora embajador en Nicaragua, Yago Pico de Coaña, un especialista en temas centroamericanos. Juan Pablo de la Iglesia había presentado su dimisión hace algunos días, aparentemente afectado por el régimen de incompatibilidades para los funcionarios. Su sustitución no implicará, según fuentes del palacio de Santa Cruz, un cambio en la política hacia aquel continente.

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