El FBI y la CIA vigilaron durante años a los más destacados autores norteamericanos
Un periodista revela que la policía federal consideró subversivos a los principales intelectuales
Más de 50 novelistas y autores dramáticos norteamericanos -entre ellos premios Nobel de Literatura como Ernest Hemingway, Pearl S. Buck, Sinclair Lewis, John Steinbeck y William Faulkner- fueron investigados por el Buró Federal de Investigación (FBI) y otros servicios del Gobierno durante los últimos 50 años, según ha revelado la revista The New Yorker en su último número. Estos escritores, cuya lista permitiría confeccionar un quien es quien de la literatura norteamericana, fueron espiados por supuestos delitos tan serios como espionaje y tan vagos como subversión. El FBI aseguró que este tipo de investigaciones forman parte del pasado y que no se realizan en la actualidad.
El artículo señala que ninguno de estos escritores fue nunca condenado por los supuestos delitos que les atribuía el FBI u otros servicios de investigación del Gobierno norteamericano.Un artículo similar, que publicará el semanario The Nation el 10 de octubre, incluye la lista de 134 escritores cuyas fichas fueron facilitadas al autor del artículo.
Algunos de estos autores viven todavía y entre ellos se encuentran Th. L. Doctorow, Norman Mailer, Elizabeth Hardwick, Floward Fast, Kay Boyle y Arthur Miller. El artículo del New Yorker asegura que John Steinberg no obtuvo un encargo del Ejército a causa de la ficha que sobre él poseía el FBI. Este mismo servicio escribió una carta a una organización privada de Chicago para apoyar la condena de una novela escrita por Nelson Algren. Pero el artículo no ofrece detalles sobre los posibles efectos que pudo tener la persecución del FBI en la carrera de la mayoría de los escritores mencionados.
Documentos censurados
El artículo, Anales del Gobierno: Vigilando a los escritores americanos, fue escrito por Herbert Mitgang, un redactor de cultura del New York Times. Según él, la mayoría de los documentos que manejó estaban muy censurados, pero tenían suficiente información para ilustrar el alcance de la investigación policial sobre los escritores.Los autores investigados cayeron a menudo bajo la sospecha de la policía, escribe Mitgen, "a causa de los temas sobre los que escribían, por las asociaciones de escritores a las que pertenecían, debido a las reuniones a las que asistían, las. peticiones que firmaron o las publicaciones a las que estaban suscritos o incluso por los lugares en los que trabajaban". Por ejemplo, la ficha del FBI sobre Sinclair Lewis tenía 150 páginas, según Mitgang. En 1930, Lewis advirtió, en su novela It can't happen here, sobre el crecimiento del fascismo en Estados Unidos.Otros servicios del Gobierno norteamericano también vigilaron a escritores. Entre ellos se cita a W. Th. Auden, Truman Capote, John dos Passos, Tennessee Williams, Thomas Wolfe y Thornton Wilder que fueron investigados por la CIA, el Departamento de Estado, el servicio de inmigración y los diversos servicios de espionaje del Ejército.
Sospechas
"Los documentos demuestran que algunos autores fueron sometidos a vigilancia durante la mayor parte de sus vida como escritores", afirmó Mitgan. "Por lo que sé, el único que sospechó que estaba siendo vigilado fue John Steinbeck". El artículo cita una carta que Steinbeck escribió al FBI en 1942 en la que el escritor preguntaba: "¿Creen ustedes que sea posible pedirle a los chicos de Edgar que dejen de pisarme los callos?". Edgar era el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover.La autora del artículo que aparecerá en The Nation, Natalie Robins, afirmó que más documentos del Gobierno estarán disponibles próximamente, al desaparecer su carácter de material clasificado. Según escribe en su artículo que aparecerá el 10 de octubre, el poeta Edgnna St. Vincent Millay se ganó la atención del FBI cuando participó en un concurso cuyo premio era un viaje gratuito a la Unión Soviética, organizado por un grupo que intentaba recaudar fondos para la compra de tractores con destino a campesinos rusos.
Mitgan, que frecuentemente escribe libros y artículos sobre historia americana, dijo que solicitó permiso para consultar el material, ya libre de la etiqueta de clasificado, en su propio nombre, para un libro que está escribiendo. El libro, Informes peligrosos: exponiendo la guerra secreta contra los mejores escritores americanos, será publicado la próxima primavera.
Un portavoz del FBI declaró a la agencia Associated Press que, actualmente, actualmente no tiene tiempo ni interés en llevar a cabo semejante tipo de investigaciones. El portavoz dijo que el único motivo para vigilar a un ciudadano es cuando infringe una ley federal, y "expresar su derecho constitucional a disentir no es una violación de una ley federal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.