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Un arqueólogo inglés descubre indicios de canibalismo ritual en la Creta minoica

El arqueólogo británico Peter Warred, de la universidad de Bristol, ha descubierto indicios de posibles prácticas de canibalismo ritual en Creta, durante la época de la civilización minoica (aproximadamente entre el 3.000 y el 1.050 a. C.), según un artículo aparecido en el diario italiano La Reppublica.

Warren excavó en una zona que dista no más de 200 metros de Villa Ariadna, sede de la escuela arqueológica británica, cerca de Cnossos, y descubrió un edificio de grandes dimensiones. En una habitación aparecieron cerca de 300 huesos humanos esparcidos por el piso.

Al investigador le pareció extraña la disposición de los restos y los hizo analizar. La respuesta fue que se trataba de los huesos de cuatro niños, de ocho a doce años, y que presentaban una extraña particularidad: tenían marcas producidas por la hoja de un cuchillo.

En muchos huesos, según Warren, se puede apreciar claramente, por las estrías de descarnamiento, que la hoja ha pasado repetidas veces sobre el mismo punto para arrancar del todo la carne.

Warren comenzó a entender de qué se trataba cuando, continuando las excavaciones, encontró una gran cantidad de conchas de mariscos y, en una habitación contigua, un servicio completo de vasos (37 piezas). Son recipientes que aparecen reproducidos en muchos frescos cretenses como característicos de las procesiones: vasos rituales, pithoi, rython, copas.

Para el arqueólogo, ya no había duda, se trataba de un lugar donde se desarrollaron ritos religiosos y donde los niños eran cocinados y comidos, condimentados con marisco.

Si esta hipótesis se confirmara, el mito griego del Minotauro, el monstruo mitad toro y mitad hombre que devoraba carne humana -de jóvenes- y habitaba en el laberinto de Cnossos, adquiriría un nuevo significado.

Episodio excepcional

En todo caso, la opinión de Peter Warren es que los minoicos eran gente civilizada y que el sacrificio de niños y la posterior ingestión de su carne constituyeron un episodio excepcional, "una respuesta extrema a una situación extrema

El edificio donde fueron encontrados los huesos, dice, data de poco antes de la gran catástrofe sísmica del 1.450 a C.; posiblemente, ese cataclismo se anunció con una serie de pequeños terremotos previos.

Para los cretenses, como para todos los pueblos antiguos, los terremotos eran señal de la ira divina, y puede que pensaran que los sacrificios normales de cebada y miel no eran suficientes para aplacarla. Eso explicaría que resucitaran prácticas abandonadas durante siglos: ofrendar sangre humana a los dioses y comer la carne de las víctimas.

Actualmente, en el edificio descubierto por Peter Warren sólo se encuentra un ara. Los huesos están depositados en el museo de Iraklion para ser sometidos a nuevos análisis.

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