El efecto de anticipación de la arquitectura cinematográfica, analizado en un seminario

Arquitecturas del cine es el sugestivo título de un seminario que, dirigido por Juan Cueto, se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). ¿Cómo ha influido la escenografía de las grandes producciones de Hollywood en los usos sociales? ¿Cuál es el punto de relación entre Escuela de sirenas y el diseño de nuestro cuarto de baño? ¿Qué dosis de anticipo para la arquitectura contienen filmes como Blade Runner o Brazil? En el seminario se ha planteado la imagen de la ciudad del futuro que ofrecen algunas películas.

ENVIADO ESPECIAL, La arquitectura del cine en España tiene un nombre, Enrique Alarcón, quien, en palabras de Cueto, "levantó templos y construyó mil ciudades: un dios tal y como lo cuenta la Biblia". Enrique Alarcón habló el martes pasado en el Palacio de la Magdalena, de Santander, sobre su experiencia, que comprende más de 50 años de dedicación al cine. Explicó cómo la escenografía y el decorado pueden ayudar al desarrollo de una película, evitando diálogos o resumiendo situaciones. Don Alarcón, como le llamaba Buñuel, empezó en el cine antes de la guerra. Imperio Argentina le encargó unas obras en su casa, en la calle madríleña de Arturo Soria, enfrente de unos estudios cinematográficos, por lo que Alarcón, que ha trabajado con directores como King Vidor, Nicholas Ray, Battula y Costa Gavras además de con la práctica totalidad de los directores españoles, se fue interesando por los proyectos que se cuajaban allí.

"Después de la guerra", relató en su emotiva intervención en Santander, "no había profesionales y se utilizaban profesiones semejantes: el maquillador venía del teatro, el director era un actor, como Benito Perojo, y los decorados los hacían falleros que traían de Valencia". Alarcón, nacido en Campo de Criptana (Ciudad Real) hace 69 años, se afanaba en buscar publicaciones extranjeras -llegó a cambiar una colección de grabados de Goya por dos revistas- para ver los sofás y sillones que se llevaban fuera; Perojo se escapaba cuando podía a Portugal para ver las películas que se hacían en el extranjero.

Todos fueron aprendiendo con una enorme dosis de ingenio y de entrega. El director recordó cómo en una ocasión no salió del plató durante 11 días seguidos. Una vez le dijo a Benito Perojo: "Si quieres, te hago una maqueta corpórea". El director le miró con extrañeza: "¿Tú sabes hacer eso?" "Todavía no me explico bien cómo", relata Alarcón, "pero aquello salió adelante y por primera vez rodamos en España una escena en una maqueta".

Luego llegaron los productores como Bronston, llamados por las buenas condiciones climatológicas y económicas. Se desarrolló en España una escuela de técnicos que ha sido elogiada por todos los directores extranjeros. Alarcón fue explicando sus innovaciones y técnicas, algunas de las cuales sorprendieron a los alumnos de Santander. Cuando hizo el interior de la casa de Don Lope para Tristana, Buñuel se sorprendió de que hubiera cuatro paredes. "¿Dónde pongo yo la cámara?", preguntó, y se quedó admirado cuando retiraron una de las paredes, que tenía ruedas. Nunca lo había visto antes.

Coincidiendo con esta charla, se ha inaugurado en el Palacio de la Magdalena, sede de la UIMP, una exposición que recoge dibujos, maquetas, bocetos y otros materiales de trabajo de Enrique Alarcón: medio siglo de la historia del cine español. El director artístico, que continúa en activo, estudia un proyecto con los productores Alfredo Matas y Sainz de Vicuña para crear una ciudad del cine. Todo su material de trabajo, estudios de rodaje y una infraestructura hotelera que permita realizar allí visitas y espectáculos. Según declaró a EL PAÍS, ha rechazado las invitaciones de la Filmoteca para la donación de su archivo.

Una misma mirada

Juan Cueto, director con l6s diseñadores Quim Larrea y Juli Capella de este seminario, partió de una afirmación de Walter Benjamin según la cual el cine y la arquitectura exigen una misma mirada, el mismo tipo de recepción. Participan en este curso críticos de cine, diseñadores, arquitectos, directores de cine, catedráticos y pintores. La relación entre el cine y la arquitectura es múltiple y se da en numerosos ámbitos, según Cueto. La arquitectura del ocio -desde la decoración del pub más moderno hasta la concepción de los cuartos de baño- está basada en el cine, así como casi toda la arquitectura de interior.

"Entre los arquitectos jóvenes", señala, "hay una verdadera pasión por lo que puede ser la ciudad del futuro que muestran disciplinas como el cine o el comic". En el cine actual hay una arquitectura ambiente -cuando Woody Allen recorre Manhattan señalando sus edificios favoritos o Fernando Trueba descubre las posibilidades cinematográficas de la ciudad en Ópera prima- y una arquitectura objeto -la utopía de las ciudades del futuro- que muestran películas como Blade Runner o Brazil.

La influencia entre ambas disciplinas se puede extender hasta las salas de cine, verdaderas precursoras en la incorporación de estilos y tendencias arquitectónicas, y en la concentración de salas que han replanteado el centro de muchas ciudades. La propia esencia de la posmodernidad -discontinuidad, fragmentación, saqueo histórico, carácter efimero- está presente en la arquitectura del cine.