Irán suspende por tres días la navegación en sus aguas

JAVIER VALENZUELA, Irán suspendió ayer, durante tres días, el tráfico aéreo y marítimo de otros países en su zona territorial del golfo Pérsico y el mar de Omán, donde las fuerzas navales de los pasdaran o guardianes revolucionarios van a efectuar las maniobras navales Martirio, que se anunciaron hace casi dos semanas. Buena parte de los ejercicios va a consistir en simulacros de ataques suicidas con lanchas rápidas y buzos contra buques civiles o militares.

El plazo dado por Irán comenzó ayer a las 22.30 (hora peninsular española), y se prolongará durante 72 horas. El anuncio fue difundido por Radio Teherán, que citó al Estado Mayor de las Fuerzas Navales de los pasdarán.Las maniobras Martirio, según la emisora, tienen como objetivos "probar la potencia naval iraní", preparar a las poblaciones ribereñas para un "posible ataque norteamericano" y "rendir homenaje a los mártires de La Meca"'. En esta ciudad santa de Ios musulmanes, murieron el pasado viernes por la noche centenares de peregrinos iraníes a manos de la policía saudí.

De cumplirse el último programa facilitado en Kuwait por fuentes norteamericanas, el Bridgeton (con protección, bandera y pabellón de Estados Unidos) navegará por el Golfo en dirección al estrecho de Ormuz y el mar de Omán durante la celebración de las maniobras navales de los pasdaran.

La operación de carga del Bridgeton en Kuwait, retrasada primero por una tormenta de arena y luego por "problemas técnicos", terminó ayer. El superpetrolero, cargado a dos tercios de su capacidad, volverá a pasar cerca de Farsi, donde se enfrentará de nuevo (como en el viaje de ida al emirato) al riesgo de chocar con una mina, y luego atravesará Ormuz, casi a la vista de las fuerzas navales iraníes.

El Gas Prince, el buque kuwaití que, con bandera y escolta norteamericana, acompañó al Bridgeton en su viaje de ida, atravesó ayer sin problemas el estrecho de Ormuz. Ese barco transporta propano y butano a Japón, y durante su salida del Golfo no ha sido hostigado por los iraníes. Su navegación comenzó el pasado sábado en secreto.

La televisión iraní intercala estos días imágenes de los sangrientos sucesos de La Meca y de los buques de guerra norteamericanos que protegen a los petroleros kuwaitíes. Ambos hechos son uno mismo para los revolucionarios islámicos.

"El crimen cometido el viernes negro en la santa ciudad de La Meca contra los peregrinos iraníes ha sido puesto en la cuenta de Estados Unidos, e Irán arreglará el asunto en el momento oportuno", declaró ayer el imam Ruholá Jomeini en un mensaje difundido por Radio Teherán.

"Matanza premeditada"

Jomeini se dirigía al hojatoleslam Mehdi Karrubi, responsable de los peregrinos iraníes en La Meca; unas 150.000 personas de esa nacionalidad permanecen aún en territorio saudí, y son "rehenes del régimen saudí", según Husein Cheijoleslam, viceministro de Asuntos Exteriores, para el que "la matanza estaba premeditada". Radio Teherán afirma también que sus representantes.múdicos en Arabia Saudí han recogido ya 319 cadáveres de peregrinos iraníes.

La dinastía saudí, afirmó Jomeini en su mensaje de ayer, "no es capaz de garantizar la custodia de los santos lugares de La Meca y Medina". La dinastía uahabí es, según el líder de la revolución iraní, "cobarde, descreída y desprovista de razones". Jomeini cita al presidente iraquí, Sadam Husein, y a los reyes de. Jordania y Marruecos, que "han felicitado a la monarquía saudí como si la sangre derramada de los peregrinos iraníes fuera una fiesta". La carnicería de La Meca ha supuesto, dijo, "la mejor prepaganda para la revolución".

Los shiíes libaneses han reaccionado con una catarata de manifestaciones, huelgas y amenazas contra los intereses saudíes en todo el mundo. Yihad Islámica ha difundido un comunicado, "autenticado" con la fotografía de un rehén norteamericano, el periodista Terry Anderson, en el que promete "cortar las manos" de la familia real saudí.

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