"La forza del destino" se representó ante 7.000 personas en la plaza del Obradoiro
Bajo el lema Verdi canta a Galicia se representó, en la madrugada del pasado jueves, la ópera La forza del detino al aire libre en la plaza del Obradoiro de Santiago, con la fachada barroca de la catedral como extraordinario telón de fondo. El espectáculo, que fue presenciado por cerca de 7.000 personas, lo organizó el Ayuntamiento compostelano con una subvención de nueve millones condedida por la Xunta sobre el total de 14 millones que costó la puesta en escena.
Protagonizaron el acontecimiento operístico el tenor Giuseppe Giacomini, el barítono Sergio de Salas, el bajo Mario Rianaudo y la soprano Renata Daldi, que fueron acompañados por 200 personas más de los coros y 55 profesores de la Orquesta de RTVE y la Nacional de España.La representación de La forza del destino contó con la ayuda del buen tiempo, aunque el ralente de la madrugada hizo que, antes de finalizar, desfilase paulatinamente hacia la salida casi la mitad del público. Pero la moda actualmente en vigor de representar las grandes obras en los lugares aludidos por los libretos, se impusó también en Santiago. La plaza del Obradoiro se convirtió en un exquisito decorado, realzando la magnitud del espectáculo, que contó con una iluminación desde dentro y fuera de la catedral, provocando la aparición de sorprendentes fachadas.
El resultado musical no fue en cambio, el mismo. El frío, el viento y la amplificación restó calidad a las voces. La insuficiencia de ensayos deslució el desarrollo escénico. Pier Filippi, director de la ópera, confesaba, tras la dificultades de primer ensayo: "Todos son así, un poco anárquicos, máxime cuando se hacen al aire libre".
En todo caso, La forza del destino, que concluyó poco antes de las tres de la madrugada, ha hecho posible que un buen número de compostelanos haya tornado contacto directo, por primera vez, con el género de la ópera, que, en líneas generales, no decepcionó en este caso.
Grabado en vídeo
El espectáculo fue grabado en vídeo para ser emitido posteriormente por varias televisiones europeas.Giuseppe Verdi estrenó La forza del destino en 1862 cuando muchas de sus grandes óperas habían conocido la celebridad: Nabucco, Macbeth, Rigoleto, La Traviata o I due forcari.
Un contrato con el teatro Imperial de San Petersburgo dio pie al nacimiento de esta ópera entre avatares previos. Entonces, el interés de Verdi se centró en un texto dramático de autor español, Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas.
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