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FESTIVAL DE CINE DE BARCELONA

El vídeo será la futura tecnología del cine, aseguran los expertos

Un simposio sobre conservación y presentación de la obra cine matográfica comenzó ayer en el festival de Barcelona. Cine y Tecnología era el título de la primera sesión, en la que participaron Peter Bögels, presidente del programa Eureka de televisión de alta definición; Francesco Pinto, productor ejecutivo de la primera película realizada en televisión de alta definición; Gabrielle Lucci, director del festival italiano de cine de Aquila; y el director belga Harry Kümel. Los ponentes coincidieron en augurar que el video será la futura tecnología del cine.

Bögels presentó a la industria cinematográfica el proyecto de televisión europea de alta definición (que incrementa el número de líneas para mejorar la calidad de la imagen), comenzado en 1987. Según el presidente del programa Eureka este proyecto "es el principal paso para realizar el potencial creativo del vídeo, que ha estado durante demasiado tiempo dominado por la televisión". Francesco Pinto relató la investigación desarrollada desde 1981 por la televisión pilblica italiana, la RAI, para realizar el viejo sueño de producir cine con los medios electrónicos de la televisión.

Por su parte, Gabriell Lucci explicó el festival de cine Italiano de Aquila, que se centra en la aplicación de nuevas tecnologias a la producción de películas. Kilmel se lamentó de la desconfianza de la Federación de los Directores de Cine Europeos ante la producción electrónica, y en general ante la televisión, que no consideran un arte.

Secciones paralelas

Por otra parte, en las secciones paralelas de cine del festival se ha presentado Vertiges, de Virginie Thevenet, una divertida, emocionante e imaginativa revisitación de Les enfants terribles, de Cocteau. En la sección competitiva no hay nada comparable, excepción hecha de la estimable Madrid, de Martín Patino, o la soviética Ia teibà pemiin. El resto son productos fallidos, en algunos casos lujosamente envueltos, amparados en la solidez técnica, o películas inteligentes pero glaciales, corno es el caso de Hotel de France, tina versión del Platonov chejoviano, dirigida por Patrice Chéreau.

Se trata de una obra nocturna, que no esconde su origen teatral pero filmada con mentalidad de auténtico cineasta. Todo el talento de la puesta en escena, la calidad de los actores y la belleza de la imagen parecen estar al servicio de la tras cendentalización de nimiedades.

Bajo pabellón británico se ha podido ver Five corners, una película genuinamente americana de Tony Bill. Es un trabajo muy profesional, brillante y rotundamente tramposo. Su protagonista, o, mejor dicho, el motor de la ficción, es un psicópata recién salido de la cárcel que regresa a esas cinco esquinas a las que sehace referencia en el título original.

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