Ni ETA ni CNI chilena
Con asombro me entero de la declaración emitida por el embajador de Chile en EL PAÍS del 2 de julio de 1987.Comparto plenamente la condena del terrorismo expresada por el señor embajador. Quisiera dar el pésame a todas las víctimas de ETA, la cual no es sino una organización de locos terribles. Sin embargo, el señor embajador parece olvidar que en su patria hay un terrorismo de Estado nada mejor que éste, que ha resultado en la desaparición de centenares y centenares de personas inocentes. Personas, bien entendido, detenidas y secuestradas por las fuerzas del orden chilenas. ¿Dónde, por ejemplo, está la señora Rosa Nalvia Mena Alvarado, detenida el 29 de abril dl976 junto a su marido y a su cuñado? ¿Dónde está el padre de éstos.
, que al día siguiente fue a la policía para averiguar su destino?
Yo, por mi parte, no quisiera caer ni en manos de ETA ni en manos de la CNI chilena.
¿Y esto se llama mantenimiento del orden público", cuando soldados de las fuerzas armadas chilenas queman a dos jóvenes inofensivos en la calle? ¿Y
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esto se llama "proceso de institucionalización", cuando se persigue a periodistas críticos y se los mete en la cárcel? ¿Y esto se llama "poner en marcha todos los mecanismos e instituciones que caracterizan a una plena democracia", cuando se aplica una ley, de amnistía a todos los asesinos y torturadores de oficio, como ocurrió recientemente con una sentencia de la Corte Suprema? Defender esta tesis es un insulto a la democracia, y revela un desprecio abismal de la dignidad humana.
No olviden las palabras del Papa, que felicitó a los chilenos porque viven bajo una "dictadura transitoria".
Quiere decir: primero, que es una dictadura que además persigue a personas religiosas con amenazas de muerte-, y, segundo, que no va a durar. Lo que, en verdad, no es sino una manera diplomática de decir: ¡Y va a caer!
Pienso que esto es el deseo común de todos los demócratas y cristianos del mundo.- Georg Warning.
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