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Waldheim se muestra reafirmado en su cargo tras la entrevista con Juan Pablo II

Las primeras declaraciones formuladas por Kurt Waldheim a la Prensa de su país dejan claro que el jefe del Estado austriaco se siente reafirmado en su cargo con la recepción que le ofreciera el papa Juan Pablo II, el jueves, en el Vaticano, y que no tiene la mínima intención de dimitir. El triunfalismo de Waldheim, tras su primera visita oficial, es evidente. Según un sondeo hecho público en Viena, el 61% de los austriacos están a favor de que siga en su puesto.[Asimismo, en declaraciones al periódico germano-occidental Die Welt, Waldheim afirmó ayer que el Papa no se había referido "más que secundariamente a los ataques" formulados contra él por organizaciones judías, durante la reunión en el Vaticano. En la entrevista con el citado periódico, que aparece en la edición de hoy, Waldheim se declaró "impresionado por la cordialidad" con que el Papa le acogió. "Juan Pablo II ha subrayado los sentimientos de amistad que sentía por Austria y elogió mis. esfuerzos por la paz cuando era secretario* general de la ONU", agregó, informa AFP.]

En Viena, la visita oficial de Waldheim al Vaticano ha provocado una dura controversia sobre la actitud de la Iglesia frente al antisemitismo, al producirse. en la capital austriaca las primeras agresiones verbales contra miembros de la pequeña comunidad judía vienesa. En la coalición gubernamental entre el partido socialista (SPOE) y el partido popular (OEVP), las posturas ante el claro resurgir de sentimientos hostiles a los judíos están cada vez más enfrentadas.

Resurgir del antisemitismo

Mientras el partido socialista anuncié una decidida actuación contra todos los brotes de antisemitismo, en el Partido Popular Democristiano, destacados dirigentes están utilizando argumentos en defensa de Waldheim que nada tienen que envidiar a la propaganda antisemita nacionalsocialista. El teniente de alcalde de la ciudad de Linz, el democristiano Carl Hodl, envió una carta al Congreso Mundial Judío que ha espantado incluso a miembros de su partido.Según Hodl, la "campaña judía contra Waldheim" tiene claros paralelos con "lo que hicieron los judíos hace 2.000 años cuando condenaron en un juicio farsa a Jesucristo". Miembros del OEVP, como el teniente de alcalde de Viena Erhard Busek, han calificado la carta de "despreciable". La comunidad judía de Viena y el presidente de la comunidad judía alemana, Heinz Galinski, han solicitado del Gobiemo austriaco inmediatas medidas contra Hodl y una decidida actuación para frenar la espiral de antisemitismo. En el centro de Viena, varios judíos ortodoxos fueron increpados por transeúntes, que escupieron a su paso. También ante la sinagoga de Viena, varios miembros de la comunidad judía fueron insultados.

En parte, los partidarios de que no dimita ahora son adversarios políticos del jefe del Estado, que temen que, en caso de abandonar su puesto por la presión internacional, se cree en Austria un resentimiento popular contra la comunidad occidental y los judíos de imprevisibles consecuencias. En el partido popular no parece haber conciencia del peligroso clima que se está creando entre la población y sus dirigentes; con ciertas excepciones ' como el citado Busek, recurren a una retórica con sugerencias antisemitas y antiamericanas.

[Waldheim continuó ayer su visita privada, volvió al Vaticano, y en Roma fue recibido por el gran maestre de la Orden Militar de Malta, Angelo de Mojana Cologna, en una "visita privada que tiene el carácter de visita de Estado", según afirmó un portavoz de la orden, informa AFP.]

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