Ordenadores

Hay ya dos ordenadores en la Real Academia Española (RAE). "Ha comenzado la informatización, con dos pantallas, donadas por la editorial Espasa-Calpe, que sirven para el diccionario general", dice Laín. El director señala que debe hacerse más complejo este servicio, por la utilidad que puede tener para una parte de la veintena de colaboradores del Seminario de Lexicografia existente. Actualmente, a estos colaboradores se unen unos pocos más que ayudan a confeccionar el diccionario histórico.La plantilla de los componentes de este seminario se vio reducida en 1983, por motivos presupuestarios. De ahí que la creación del Instituto Nacional de Lexicografía, oficial pero dependiente de la RAE, sea un motivo para el optimismo entre los que trabajan en los diccionarios. "Buscamos un acoplamiento de los equipos de trabajo a las tareas habituales de la Academia, en grupos que estén funcionálmente integrados dentro de su seno en el próximo otoño. Los equipos serán seleccionados según los méritos de las personas y serán coordinados por académicos", dice Laín Entralgo.

El director considera el diccionario histórico "gala de la Academia". "Es muy importante poder seguir el uso de una palabra desde que aparece en un documento hasta la actualidad".

Entre las actividades que la institución tiene previsto poner en marcha en un breve plazo destaca la inauguración del Aula de la Real Academia Española, "una sala de conferencias", informa Laín, "instalada en su sede, donde con un ritmo mensual será expuesta al público culto la situación actual de los varios problemas de nuestro idioma: situación conflictiva en países distintos del nuestro, bilingüismo, mal uso de la lengua, etcétera".

Con este mismo fin, de proyección social de la labor de la Academia, se ha establecido una comunicación regular con la agencia Efe. "La Televisión no ha querido aceptar hasta ahora", dice Laín Entralgo, "una colaboración de la Academia para instituir un espacio donde los problemas del idioma puedan ser discutidos periódicamente".