La 'opción supercero' está madura
La insistencia de la OTAN en la necesidad de mejorar la defensa convencional de Europa occidental pone de relieve su creciente disposición a aceptar la oferta de la opción supercero formulada por el líder soviético, Mijail Gorbachov, según señalan fuentes diplomáticas occidentales en Bruselas.La luz verde de la Alianza, que estimularía a Estados Unidos a ultimar la negociación con la URSS en Ginebra, será probablemente dada durante el Consejo del Atlántico Norte, que a mediados de junio congregará en Reikiavik a los ministros de Asuntos Exteriores de la organización, pero indicios concordantes parecen indicar que el único país aún reticente, la República Federal de Alemania, hará pública su aceptación días antes.
El 4 de junio, el canciller (jefe de Gobierno) de la RFA, el democristiano Helmut Kohl, pronunciará un discurso ante el Bundestag (Cámara baja) en el que debería dar a conocer su postura definitiva, pero en la reunión de los titulares atlánticos de Defensa que se ha celebrado esta semana en Bruselas el ministro alemán, Manfred Woerner, anticipó a sus homólogos que Bonn no obstaculizará políticamente un tratado sobre eliminación de misiles de alcance medio y corto.
El encuentro que mantuvo la semana pasada con el presidente francés, François Mitterrand, ha acabado aparentemente por convencer a Kohl de la necesidad de respaldar un acuerdo en ciernes que empezó considerando peligroso para su país porque, al margen de los aviones de doble capacidad, sólo dejaba subsistir armas nucleares tácticas que, en caso de guerra, serían utilizadas sobre todo en su territorio.
La visita a París "fue útil para la evolución de las opiniones de la coalición gubernamental", declaró a su regreso el jefe de la di plomacia de la RFA, Hans-Dietrich Genscher, mientras el se cretario general de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Heiner Geissler, afirmaba entonces que su formación no rechazaba ya la propuesta. soviética. El 85% de los alemanes también la ve con buenos ojos, según un sondeo en cargado por la oposición social demócrata.
El visto bueno alemán estará, sin embargo, probablemente matizado por dos condiciones: la proclamación por EE UU de su intención de negociar más tarde la reducción o eliminación de los misiles de muy corto alcance -menos de 500 kilómetros que amenazan a la RFA, y la no inclusión en las conversaciones de los 72 cohetes Pershing 1A es tacionados en territorio alemán occidental.
Dos dueños para un misil
El segundo requisito parece más dificil de cumplir porque, si bien este vetusto misil, con un radio de acción de 700 kilómetros, es jurídicamente alemán, la cabeza nuclear con la que puede ser dotado en caso de crisis es propie dad de EE UU. Por ello, la URSS siempre ha hecho hinca pié en que, a diferencia de las fuerzas nucleares británicas y francesas, el Pershing 1A no puede ser considerado como un arma de un país tercero.
Al término de la reunión del Grupo de Planes, Nucleares (GPN), celebrada hace dos se manas en la ciudad noruega de Stavanger, los ministros de De fensa de la OTAN dieron ya su acuerdo de principio al desmantelamiento de todos los misiles de alcance medio (LRINF, entre 1.000 y 5.000 kilómetros), al tiempo que se pronunciaban por efectuar "reducciones globales" en los de corto alcance (SRINF, entre 500 y 1.000 kilómetros). La flexibilización de la postura de la RFA les permitirá, probablemente, aceptar ahora por unanimidad su total eliminación.
"Nunca EE UU ha estado tan cerca de la conclusión de un auténtico acuerdo de reducción de armas nucleares", declaró a mediados de semana el secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger.
La aceptación de la opción supercero "tiene un precio que repercutirá sobre los presupuestos" nacionales, advirtió el presidente del Comité Militar de la OTAN, el general alemán Wolfgang Altenburg, antes de resaltar la urgente necesidad de fortalecer y modernizar el armamento convencional de la Alianza frente a un Pacto de Varsovia que en esa materia aventaja a su adversario por tres a uno. "Antes de que pensáramos en la opción supercero esta modernización era necesaria; ahora es indispensable", concluyó. Aparentemente, los ministros que le escucharon le hicieron caso y reconocieron, según Altenburg, "con una convicción sorprendente la necesidad de proporcionar una buena opción convencional". En el comunicado final del Comité de Planes de Defensa se recalca la importancia de acabar con los desequilibrios convencionales" entre el Este y el Oeste, al tiempo que se reitera que el incremento gasto militar en cada país. aliado debe ser del 3%.
Queda por ver si los ministros de Defensa, que, como recordaba Weinberger, "desgraciadamente no firman talones", podrán respetar un compromiso adquirido hace años y que hasta ahora sólo han cumplido cinco -EE UU, Italia, Noruega, Portugal y Luxemburgo- de los 16 miembros de la OTAN
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