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COMUNICACIÓN

Sanguinetti pide al IPI que apoye a América Latina en los temas de la deuda externa y el proteccionismo

El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, apeló ayer a los medios informativos representados en el Instituto Internacional de Prensa (IPI) para que preste un apoyo "aún más importante ahora que cuando luchamos contra las dictadura y cree un estado de opinión favorable al desarrollo económico y social de América Latina, sin el que no será posible una consolidación democrática". La deuda externa y el proteccionismo son las claves de este desarrollo, insistió Sanguinetti, al inaugurar la segunda parte de la asamblea general anual del IPI.

ENVIADO ESPECIALSanguinetti insistió en los errores y las debilidades pasadas de las democracias latinoamericanas, sobre todo de aquella s con una tradición antigua como la uruguaya -partidos extraordinariamente divididos, intelectuales en su torre de marfil, sindicatos irracionales en lo económico, un estado generosamente concebido, pero mal organizado-, que facilitaron la toma del poder por los militares. Agregó el presidente Sanguinetti: "Pero hoy hemos llegado a la madurez, y con ella un período de mucha más profundidad democrática, con un movimiento democrático muy fuerte en todo el continente. Es una oportunidad única para que las democracias de Europa, Norteamérica y Oriente encuentren interlocutores maduros y responsables. Hay que encontrar respuestas juntos, porque la legitimidad de la democracia en este continente depende de que demuestre que sabe resolver los problemas socioeconómicos".

Llamamiento

En su llamamiento a la Prensa internacional, Sanguinetti elevó a la misma, categoría el problema del proteccionismo de los países industrializados que el de la deuda exterior. Vaticinó que este último "se va a poner de nuevo al rojo" con la elevación de los tipos de interés en los mercados internacionales y por el proteccionismo. "Que la Comunidad Europea subsidie a sus agricultores es cosa de ella, pero que invada los mercados de productos subsidiarios que a los demás no nos dejan vender nada, es otra cosa", agregó.En la última sesión bonaerense antes del traslado a Montevideo, un panel de periodistas y políticos advirtió del actual incremento de las presiones en los países democráticos. Simone Veil, portavoz liberal en el Parlamento Europeo, reconoció la situación de desconfianza de los poderes hacia los medios de información y sus intentos de ir recortando el campo de la libertad de información.

En la intervención más polémica de la asamblea, Ducan Campbell, del New Statesman, de Londres -autor de un reportaje sobre un satélite británico que fue censurado en la BBC por exigencia del Gobierno Thatcher, y que ocasionó una invasión de la sede televisiva por la policía en busca de los originales-, analizó y criticó con suma dureza el progresivo deterioro de la libertad informativa bajo el actual Gobierno de Londres. Campbell destacó "las feroces y notorias leyes británicas sobre secretos oficiales, cuya principal característica consiste en criminalizar cualquier revelación periodística que no haya sido autorizada previamente por funcionarios oficiales" y lo ilustró con el ejemplo del hundimiento del buque de guerra argentino Belgrano.

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