En el editorial

Del pasado día 5 de abril, EL PAÍS, refiriéndose a hechos acaecidos en el parque O'Higgins, de Santiago de Chile, con motivo de una imponente ceremonia religiosa presidida -por Su Santidad, arguinenta que "la causa fundamental de la violencia (...) ha sido la presencia masiva de la policía y su actuación agresiva".Esta información se contradice con los hechos, porque las fuerzas del orden estaban sin armas, y sólo actuaron por expreso pedido de los religiosos cuando éstos fueron sobrepasados en sus esfuerzos por contener a los agresores, en su afán de proteger a los cientos de miles de fieles, que eran atacados por un centenar de terroristas.

La propia Conferencia Episcopal, miembros de la comitiva del Santo Padre y destacados personeros de la oposición han alabado expresamente la mesura con que actuó la fuerza pública para defender a los feligreses y permitir que el acto religioso se desarrollara con normalidad.

Los propios medios de Prensa, que también fueron agredidos por las mismas personas, han reconocido la actitud moderada con que procedió la policía para mantener el orden, evitando así consecuencias que podrían haber sido lamentables. Nada se dice del fervor con que fue recibido el Papa en todo el territorio, tal

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