Primera escuela taurina del País Vasco
Que la cantera de Bilbao busca toreros es un secreto a voces que propagan los aficionados en los siete últimos años, desde que el último matador de toros, Manuel Alonso, Herrerita, se cortó la coleta. Ahora, la asociación cultural Escuela Taurina de Vizcaya ha hecho sonar su clarín para anunciar que. la primera escuela de tauromaquia del País Vasco se inaugura hoy, 6 de abril, en la plaza de Vista Alegre.
Veinte chavales y una muchacha se han inscrito. Sus edades oscilan de los siete años a los 20, casi todos han nacido en Bilbao y son hijos de emigrantes. Les gusta todo del mundo taurino y aseguran que la afición la llevan muy dentro. Sus ídolos son Espartaco y el malogrado Paquirri, creen que no tienen miedo y quieren ponerse el mundo por montera.De la mano de algunos novilleros, mozos de espadas, un picador y el propio Herrerita, la escuela taurina comenzará a funcionar hoy en las dependencias del coso bilbaíno. El banderillero José Ignacio Quintana es el presidente de la escuela. "Lo más importante de las clases", dice, "será el toreo de salón, aunque sin dejar a un lado la teoría".
La mayoría de los aspirantes están ansiosos por aprender y, sobre todo, por saber si sirven para estas lides. La inscripción de una chica ha suscitado la expectación más allá del mundillo taurino. Se trata de Montse, una bilbaína de 19 años, hija de un chófer vallisoletano y sobrina de un mayoral Trabaja como empleada de hogar. Sabe que su nombre se mueve, a partir de ahora, en u mundo de autosuficiencia, re celos y desconfianza; que muchos aficionados piensan que lo que tiene que hacer la mujer es parir buenos toreros y dejarse de monsergas. Pero no le importa. Asegura que lo suyo va en serio y cree que si demuestra su vena torera la afición le animará.
José Manuel y Miguel son primos, tienen 14 y 12 años respectivamente, y ambos son hijos de mulilleros. Compaginarán sus estudios de EGB con los de tauromaquia. Para José Manuel, el mejor torero es Espartaco. Ismael, 14 años, hijo de industrial y peluquera, coincide en esta preferencia.
Entre los profesores hay un picador, Egaña, que explicará el tercio de varas. Sabe que en la escuela no va a ganar adeptos para, su causa porque los asalariados de la garrocha no tienen demasiada aceptación en este mundo infantil.
Antonio, 11 años, hijo de ferroviario, está ilusionadísimo, como todos, y más cuando Quintana les anuncia que los más aventajados torearán becerras en Salamanca. El curso finalizará el 18 de octubre.
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