Un muerto en Santiago por disparos de la policía

Un hombre muerto, tres heridos de bala -uno de ellos grave-, 60 lesionados y 150 detenidos fue el resuitado del desalojo que fuerzas combinadas de militares y policías realizaron el pasado jueves contra los ocupantes de terrenos al norte de Santiago, según los propios afectados. Horas antes de que el Papa llamara a la reconciliación en un acto con la juventud en el Estadio Nacional, 12 camiones del Ejército, cuatro de policías, dos helicópteros expulsaron a 1.700 personas que se habían instalado con chabolas en el parque Santa Mónica, bautizando el lugar ocupado como Campamento Juan Pablo II.

La presencia del Papa en Santiago no ha moderado a la dictadura. Los soldados de la unidad de elite, los boinas negras, y policías rodearon el lugar, utilizaron sus armas y arrojaron gases lacrimógenos, mientras desde los helicópteros con altavoces se cerimino a los pobladores (habitantes de los barrios de ocupación) para que abandonaran el campamento. Los ocupantes resistieron el desalojo arrojando piedras y, cócteles molotov e instalando barricadas.En los incidentes, Eric Patricio Juica, un comerciante ocasional (soltero, 26 años), recibió tres balazos en el cuello y abdomen y en la noche murió en un hospital cercano. En la calle de Punta Arenas, adonde llegaron sus rastros de sangre, vecinos del lugar encendieron velas en homenaje durante la noche, según los pobladores. La policía no ha confirmado ni desmentido la muerte del joven.

Otros tres jóvenes, Sergio Castillo, estudiante de 15 años; Luis Vergara, de 18, y Roberto Robinson, de 13, resultaron heridos de bala, según las mismas fuentes. Vergara permanece detenido en una comisaría de carabineros, acusado de agresión a la policía, y Castillo, quien recibió impactos en el tórax, se encuentra grave.

Al terminar el desalojo, funcionarios de la alcaldía de Conchalí llegaron en camiones para retirar las pertenencias que las 315 familias de pobladores dejaron abandonadas en las chabolas de plástico y mantas. Los pobladores denunciaron que les requisaron sus alimentos, fármacos e incluso la leche para los niños y el dinero que habían reunido para la olla común (comedor colectivo).

Confirmación del Vaticario

Joaquín Navarro Vals, portavoz del Papa, atribuyó la muerte del joven a los problemas internos de Chile, aunque indicó que indirectamente afecta a la visita de Juan Pablo II, al no respetar su presencia aquí. Junto con el segundo viaje que el Pontífice realizó a Polonia, éste ha sido uno de los más conflictivos. Al finalizar casi todos los actos masivos y durante sus recorridos en la capital han ocurrido incidentes entre la polilcía y los pobladores.El vicario de la pastoral obrera, Alfonso Baeza, lo atribuyó a que en las barriadas "hay mucho rencor contra los carabineros porque se ha actuado con mucha violencia en nuestras poblaciones". La masiva presencia policial en todos los actos ha resultado una provocación. En cuanto aparecen, se generalizan las rechiflas y los carabineros cargan contra los manifestantes, que replican con piedras.

La policía dio cuenta de que, en los incidentes ocurridos durante la visita del Papa, 42 carabineros han resultado heridos, uno de ellos grave, y que se han dañado seis vehículos policiales. Según la policía, "son provocaciones deliberadas".

Los pobladores han realizado cinco tomas de terrenos, todas desalojadas por carabineros, y también todas bautizadas como Campamento Juan Pablo II, durante la visita papal. El Gobierno atribuyó las ocupaciones a incitación por parte de la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia católica y al partido comunista.

Escasez de viviendas

Los pobladores, sin embargo, denuncian la falta de viviendas que tiene el país. Fuentes eclesiásticas calculan que en Chile faltan 800.000 vivienclas, y que esas familias, en su mayoría jóvenes, viven hacinadas en los hogares de sus padres en la periferia de las ciudades más pobladas.Antes del desalojo en el sector norte de Santiago, los pobladores habían sido expulsados de ese lugar en otras tres ocasiones por carabineros. A, pesar de la represión, organizaciones poblacionales anunciaron que intentarán ocupar nuevamente el terreno.

En la mañana del jueves el Papa había mantenido un encuentro con pobladores en una de las zonas ocupadas por chabolistas en los alrededores de Santiago. En esa oportunidad, Juan Pablo II escuchó las demandas y las quejas de algunos pobladores que le explicaron la situación de pobreza y represión que soportan.