La educación sentimental de Honorio Sigüenza

Alfredo Landa, que interviene en su película número 101, es el pecador impecable, el protagonista del primer largometraje que dirige el crítico cinematográfico Augusto M. Torres. Landa, que luce en la solapa del abrigo de su personaje una insignia de la adoración nocturna española, revela que El pecador impecable relata, en clave de comedia, la educación sentimental de un cincuentón: el vendedor de zapatos Honorio Sigüenza, que liga y hace el amor con señoras necesitadas por caridad.

Alfredo Landa reconoce que se quedó "aterrado" cuando leyó el guión. "A mi entender, aquello no tenía ninguna salida, porque la gente apenas va al cine, y mucho menos a ver películas X, porque eso es lo que parecía". Pero el actor corrigió esa primera impresión cuando pudo hablar con el director, a quien le pidió prestada la frase "educación sentimental de un cincuentón". Ahora asegura que el personaje le viene "como un guante".Augusto M. Torres subraya que si el protagonista fuera un joven sería una historia romántica al uso, pero el hecho de que sea un cincuentón el que empiece a tener aventuras con señoras de edad "es lo que potencia el tono de comedia". A Landa el personaje le inspira ternura. "Es como la liberación de un pobrecito".

La película parte del libro El pecador impecable, del que es autor el periodista y crítico cinematográfico Manuel Hidalgo. Pero el guión, sobre el que trabajó en principio el propio autor de la novela junto al director y a Rafael Azcona, es obra de estos dos últimos, que han recreado muy libremente la trama del pecador impecable desde su mismo inicio: en el filme, la muerte de la dominante madre de don Honorio, papel que interpreta Rafaela Aparicio, hace que el hombre se desate y comience a descubrirse facetas inéditas, como el placer de la carne.

Un director daltónico

Augusto M. Torres, que ejerce la crítica cinematográfica desde hace más de 20 años, realiza con El pecador impecable su primer largometraje. Pero no ha permanecido siempre del lado de la barrera desde donde apuntan los críticos. Fue productor ejecutivo de Arrebato, Dos y Cuentos eróticos (de esta última dirigió un episodio).Durante los años setenta produjo, escribió y dirigió un gran número de cortometrajes. Aceptó el ofrecimiento de dirigir El pecador impecable después de acordar que no se tratara de una adaptación literal de la novela y de hacer del erotismo un ingrediente más del filme.

El director de la cinta reconoce su daltonismo para justificar en alguna medida el hecho de haber dejado en manos de Gerardo Vera la dirección artística y de Juan Amorós la fotografía. Vera ha pretendido en su puesta en escena -un aspecto no siempre bien cuidado en los filmes españoles- huir del realismo que en principio se planteaba en la historia. "El tono de comedia me ha llevado a huir del realismo, a buscar cierta brillantez de hoy, dándole un tono a veces felliniano".

La película, con un presupuesto que ronda los 100 millones de pesetas, cuenta con una productora que se estrena como tal con El pecador impecable. Amparo Suárez-Bárcena, cuya relación con el mundo del espectáculo se reduce a algunos papeles de teatro en el colegio y a amistades con gente del cine, confía en las calidades de comedia del filme: "Que Landa le ponga una mano en la teta a Queta Claver lo veo más cómico que otra cosa".

Junto a Julieta Serrano, que interpreta el papel de María, a quien don Honorio conoce en el mercadillo filatélico de la plaza Mayor de Madrid, intervienen en El pecador impecable Chus Lampreave, Alicia Sánchez, José Sazatornil y Sofía Cifuentes, además de las citadas Queta Claver y Rafaela Aparicio.

Para Julieta Serrano, su personaje es una mujer de su edad, "que tiene ribetes aniñados" y a la que le gusta ligar. Julieta Serrano cree que la historia de El pecador impecable "es como darle la vuelta a las películas del macho ibérico. Siempre ha sido el hombre el que ligaba; aquí es al revés: las chicas ya no son chicas, pero están muy liberadas. Debe ser la revolución sexual esa". La actriz piensa que el filme recuerda a la España de hace unos años, aunque "desde una clave humorística, como dándole un aire nuevo".