El Ayuntamiento de Barcelona cede a Tàpies un edificio que albergará la fundación del artista

El pintor catalán Antoni Tàpies y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron ayer un convenio por el que la institución municipal cede a la fundación privada establecida en 1984 por Tàpies el uso del edificio Montaner y Simón -obra del arquitecto modernista catalán Lluís Domènech i Montaner- como sede de dicha fundación. Las obras de rehabilitación del edificio, a cargo de los arquitectos Rose Amadó y Llaís Domènech -biznieto del constructor-, durarán poco más de tres años y, al final, el caserón modernista, ubicado en pleno centro del Ensanche barcelonés, albergará una muy amplia colección de la obra de Tàpies y una biblioteca y centro de estudios de arte y pensamiento.

En la ceremonia de ayer, tras la firma del convenio por el que el Ayuntamiento de Barcelona cede el edificio Montaner y Simón a la Fundación Tàpies por un período de 50 años prorrogables, el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, señaló que "este tipo de actos son los que pueden satisfacerme más como alcalde y como barcelonés, porque implican que la ciudad va a recibir un don ingente con el legado de la obra de Tàpies a esta fundación, pero además me atrevo a pronosticar que este edificio se convertirá en uno de los epicentros de la modernidad barcelonesa".Antoni Tàpies dijo que "la cesión del edificio y el inicio de las obras son ya un gran paso adelante en el cumplimiento de los objetivos de la fundación" y que la revitalización de un espacio como el de Domènech i Montaner "significa la recuperación para Barcelona de un elemento importante de su patrimonio". El artista señaló también que Ias actuaciones de la fundación que presido estarán dentro de un espíritu de catalanidad y modernidad".

Legado de obra

Pese a que la inauguración de la Fundación Tàpies barcelonesa como centro de exposiciones, biblioteca y centro de estudios de arte contemporáneo todavía está algo lejana en el tiempo (unos cuatro años), los preparativos para su establecimiento están ya avanzados.Por ejemplo, Tàpies y sus colaboradores -principalmente su hijo, Miquel Tápies, que se encarga de la coordinación de todas las actividades referentes a la fundación- llevan ya algún tiempo ocupándose de ordenar las obras que acabarán formando parte de la donación de Tàpies.

Entre el legado de obra que hará el artista a la Fundación Tàpies, está previsto que haya obras pictóricas y escultóricas de todos los años, desde que Tàpies comenzó su dedicación, así como un ejemplar, por lo menos, de todas las piezas de obra gráfica realizadas por el artista a lo largo de su vida. "Tenemos piezas de todos los aflos", explicó Tàpies a este diario, "con una excepción importante, que son los años 1955-1956, de los que sólo tenemos uno o dos dibujos; en todo caso, estamos buscando y nos vendría muy bien ponernos en contacto con quienes tengan obras de esos años. También nos vendría bien tener más obras de 1954, que es el año en que comencé a hacer materias. Ya tengo algunas obras de 1953 que apuntan a eso, pero, por ejemplo, ese año aún no utilizaba polvo de mármol". Según el artista, "yo mismo no tengo muchas obras de ese período, porque es cuando hice la primera exposición individual en París, que tuvo un éxito enorme y se vendió prácticamente todo".

Biblioteca en formación

Asimismo, existe ya un fondo de 4.000 volúmenes para la biblioteca de la fundación. "Entre este fondo bibliográfico", explicó Tàpies a este diario, "hay más de 80 revistas de arte distintas del período de los inicios de las vanguardias. Desafortunadamente, no todo son colecciones completas, pero hay publicaciones muy raras de ver hoy en día, como la revista Luz, contemporánea de la francesa L'Art Nouveau, editada en castellano en Barcelona". Otras publicaciones antiguas con que contará la biblioteca de la fundación serán las revistas L'Esprit Nouveau, Verve, Le Minotaure, Le Surréalisme au Service de la Révolution, Hispania, Joventut, Album-Salon y otras.La biblioteca y el centro de estudios de arte contemporáneo de que estará dotada la Fundación Tàpies son puntos del máximo interés para el artista, en especial todo lo referente a la difusión del pensamiento y las filosofías orientales, que han influido y guiado de manera muy relevante su obra y sus posturas filosóficas y cívicas.

Público orientalista

"Nos interesa", explicó Miquel Tàpies, "propiciar la aparición de un público barcelonés que se interese por las civilizaciones y el pensamiento oriental; uno de nuestros proyectos, por ejemplo, es comenzar a hacer una especie de cátedra de orientalismo en Barcelona, y para ello hemos tenido varios contactos con algunas instituciones y personas de España y el extranjero. Para empezar, trataremos de organizar unos cursos con gente que ya está estudiando chino y que le interese un curso de civilización china".La Fundación Tàpies contará también con un auditorio que, según Miquel Tàpies, "debería ser un espacio interesante de por sí, en el que tuvieran lugar actividades múltiples, desde conferencias hasta proyecciones y conciertos".

El coordinador de la fundación e hijo del artista, Miquel Tàpies, señaló también que: "queremos que la biblioteca de la fundación sea un centro de actividades creativas y no tan, sólo una sala de lectura". Por su parte, Antoni Tàpies abundó en este criterio diciendo que "a mí me interesa que las cosas entren bastante artísticamente, que no sea sólo un trabajo intelectual, sino una dedicación más intensa".