Calidad muy aceptable
Un espacio más diáfano, una distribución más racional y, sobre todo, una calidad media, en cuanto a las obras exhibidas, no sólo muy aceptable, sino me atrevería a afirmar que comparativamente la mejor de todas las ediciones celebradas hasta el momento, son las características más apreciables de Arco,Es positivo que el entusiasmo vital que siempre ha acompañado a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid se vaya completando con un espíritu cada vez más exigente y selectivo. Naturalmente, siendo la presencia de firmas españolas la más determinante, todo esto quiere decir que las galerías de nuestro país lo están haciendo progresiva mente mejor.
La presencia extranjera, que tampoco este año es cuantitativamente muy numerosa, se deja, no obstante, notar con algunos pabellones de excelente nivel. No olvidemos que asisten este año, en algunos casos convenientemente subvencionadas, galerías como las de Michael Werner, Yvon Lambert Daniel Templon, Paul Maenz, Adrián Maeght, Peter Pakesh, G. Pieters, etcétera, más otras firmas significativas que son reincidentes, como Persano, Pieroni, Paula Cooper, Cómicos, Toselli, Graeslin-Ehrhardt Levy... De manera que uno se pasea topándose con piezas destacadas de Twombly, Serra Buren, C. André, J. Borofrky, L. Benglis, Judd, Baselitz, Immendorff, Kirkeby, Penk... `
Hay también una representación significativa de piezas de la vanguardia histórica, aunque en este sector hay que llamar la atención principalmente sobre el pabellón 'español de Theo, con su batería de cuadros excepcionales que comprenden los nombres de Picasso, Matisse, Dalí, Chagall, Brauner... La escultura ocupa un lugar muy destacado en Arco 87, donde se exhiben algunos de los nombres españoles más potentes actualmente, y además muy bien representados en cuanto a la holgura de espacio. En algún caso, el de Miguel Navarro, las condiciones escenográficas parecen difíciles de mejorar, exhibiendo sus piezas en el espectacular pabellón de la galería madrileña de Gamarra y Garrigues. .
Pero, con más o menos espacio, están las obras muy interesantes de Susana Solano, que ha sido seleccionada para la VIII Documenta de Kassel, (galería Montenegro), Cristina Iglesias (galerías Cómicos y Pakesh), Tom Carr (galería Cadaqués), Eva Lootz (galería Juana de Aizpuru), Juan Muñoz (galería Cómicos), etcétera.
Nuestros jóvenes pintores parecen más encalmados y expertos. Hay un enfriamiento del anterior expresionismo y una moderación en los formatos en favor de una calidad mucho más notable. Están muchos de los que hoy cuentan, de manera que es posible utilizar el conjunto para hacer un balance general, que, insisto, resulta comparativamente muy positivo. Hay también una representación, ciertamente no muy numerosa, de algunas de nuestras figuras consagradas, entre las que sólo mencionaré, por el momento, a Lucio Muñoz, que presenta una nueva obra sorprendente en la galería Yerba.
En fin, si se trata de valorar Arco 87 por la calidad artística de lo expuesto, hay que concluir que el resultado es francamente estimulante. Ahora hace falta comprobar si esa calidad de oferta tiene la tan anhelada respuesta comercial imprescindible para la consolidación del mercado actual de ante español.
