Arco abre su sexta edición entre flores, frutas y cava

La sexta edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Arco 87, fue inaugurada oficialmente anoche en presencia de la reina Sofía, durante una gran fiesta aderezada con flores canarias, frutas marcianas y cava catalán en los pabellones 10 y 12 del recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid. El carácter festivo de la apertura se vio reforzado por la noticia de que la Dirección General de Comercio Exterior del Ministerio de Economía y Hacienda ha anulado las barreras arancelarias para la importación de las obras de arte extranjeras que participan en el certamen, según informó ayer la organización de Arco 87.

La feria, abierta al público desde hoy hasta el día 17, cuenta con la participación de 152 galeristas (91 españoles y 61 extranjeros), que exhiben obras de alrededor de un millar de artistas. El rechazo sufrido por un centenar de expositores pone en esta ocasión el toque polémico que parece ser ingrediente imprescindible en cada edición de este certamenAyer, escasas horas antes de la apertura oficial, la mayor parte de los participantes consultados por este periódico destacaban el mayor orden que el certamen tiene respecto a años anteriores y sobre todo la mayor calidad de las galerías que participan, y que 'han conseguido pasar las férreas condiciones exigidas por el comité organizador.

"El visitante de Arco 87", aseguraba Helga Alvear, de la galería Juana Mordó y miembro del comité organizador, "va a encontrar aquí lo último que se realiza en el campo de la creación plástica. Todavía hay que reforzar la presencia extranjera, pero es algo que sólo se logra con años, y este es todavía un certamen joven".

José Pinya, de la galería mallorquina Pelaires, suscribía las afirmaciones de Helga Alvear y añadía que una feria como esta "debe ofrecer al visitante obras de grandes artistas contemporáneos (Dalí, Picasso, Miró, Motherwell, Giacometti ... ) junto a las de los más jóvenes creadores, por lo que hay que apostar muy fuerte y darles a conocer al gran público y potenciales coleccionistas".

Helena Tatay, de la galería Juan Prats, con sede en Barcelona y Nueva York, aseguraba ayer también que en esta edición de Arco se ha logrado reforzar el carácter mercantil de la feria a base de calidad. "Creo sinceramente que el público puede encontrar aquí lo más nuevo del mundo de la plástica, sin echar nada de menos de lo que se ofrece en Chicago o Basilea".

En el catálogo de Arco pueden encontrarse los precios más dispares. La misma galería Joan Prats, por ejemplo, muestra obras de Víctor Mira o Pere Jaume, que pueden ser adquiridas por unas 80.000 pesetas, junto a cuadros de Motherwell, por 10 millones de pesetas.

En general, las obras más caras están concentradas en la galería Theo, donde se exhiben piezas de Picasso,. Dalí, Mompó, Palazuelo, Giacometti o Rivera, y a las que su propietaria, Elvira González, se niega a poner precio "porque con ello no se orienta al coleccionista".