Guerrilla, voto y alto el fuego

"El Frente Nacional Democrático debe tener en cuenta que representa sólo una ínfima proporción de filipinos, y debe aceptar el veredicto de las urnas", afirmó ayer en Manila Teodoro Benigno, portavoz de la presidenta, Corazón Aquino.Los analistas estiman que el resultado del referéndum, con casi un 80% de votos afirmativos, según las proyecciones -ya que los resultados definitivos no serán conocidos hasta el jueves-, coloca al FND en una posición de debilidad a la hora de exponer sus concidiones para una negocl ación de paz con el Gobierno de Aquino.

El FND negoció, firmó y respetó el acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el pasado 10 de diciembre entre la guerrilla comunista del Nuevo Ejército Popular (NEP) y el Gobierno de Aquino.

Tras la matanza del puente de Mendiola el 22 de enero, en la que 15 manifestantes que pedían la reforma agraria murieron bajo las balas de policías y soldados, y con el pretexto del último intento de golpe militar contra Aquino, desarticulado la semana pasada en Nlanila, el FND rompió las negociaciones de paz.

La declaración que hizo ayer en Malacañang Teodoro Benigno puede ser interpretada como una nueva oferta de Cory, Aquino -reforzada con el üinasivo a la nueva Constitución- para que los dirigentes del FND y, en consecuencia, la guerrilla comunista del NEP reconsidere su actitud y vuelva a la mesa de negociaciones.

Pero tanto en los círculos de la izquierda como en los ambientes militares, las predicciones apuntan a que se produzca una radicalización de los combates entre guerrílleros y soldados a partir del próximo domingo, cuando a mediodía concluyan los 60 días cubiertos por el pacto de alto el fuego.

En realidad, ha habido ya una pequeña escalada en los enfrentamientos entre guerrilleros y tropas del ejército. Durante la jornada del referéndum, el lunes, nueve personas murieron como consecuencia de estos choques, y en el día hubo otro muerto.