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ACOSO AL SANDINISMO

Ahora o nunca para la 'contra'

Los dirigentes de la UNO saben que este año será decisivo en la guerra declarada a Managua

Los dirigentes de la Unión Nicaragüense Opositora (UNO), más conocida como la contra, son conscientes de que han entrado en un año decisivo en su lucha contra el sandinismo. En la sede de su secretaría general en Miami (EE UU), el directorio de UNO, formado por Adolfo Calero, Arturo Cruz y Alfonso Robelo, celebró esta semana su reunión mensual. El directorio anuncia la infiltración en Nicaragua estos días de miles de hombres dispuestos al combate y la próxima entrada en funcionamiento de Radio Liberación, una potente emisora de onda media que proyecta cubrir toda Nicaragua.

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En la antesala de la secretaría central de la contra, en Miami, un cartel presenta el logotipo de la Unión Nicaragüense Opositora y debajo los nombres de las organizaciones agrupadas bajo esas siglas. Son hasta 15 grupos, que forman una auténtica sopa de letras en la que resulta difícil distinguir si realmente tienen una fuerza política detrás o se trata de grupúsculos que sólo representan a varios amigos. Hay unos que se definen como socialdemócratas, conservadores, liberales, socialcristianos, hasta la empresa privada de Nicaragua y las Mujeres Nicaragüenses Democráticas Unidas.Algunos de estos grupos son la versión en el exilio de partidos legales de oposición que actúan dentro de Nicaragua. Uno de los tres directores de UNO, Arturo Cruz, de 63 años, fue candidato de la oposición en las elecciones presidenciales de noviembre de 1984 en Nicaragua, pero se retiró a última hora como protesta por la falta de condiciones democráticas. Hoy día Cruz admite la posibilidad de que aquella decisión quizá haya sido un error y que tal vez hubiese sido mejor "agarrar a los sandinistas por el chamarro". y haberles obligado en una lucha política desde el interior de Nicaragua. Según Cruz, todo parece indicar que este año la suerte está echada. "Están ya todos los huevos puestos en la cesta". Al mismo tiempo que dice esto Cruz pinta en un papel un círculo con varias flechas que convergen sobre el centro.

El final de la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos, el escándalo del Irangate, la ayuda recibida este año por los contras (denominación que Cruz no admite para los antisandinistas), la decisión de los restantes países centroamericanos, la crisis interna de Nicaragua y los próximos intentos del Grupo de Contadora con el Grupo de Apoyo y los secretarios generales de la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA) parecen acelerar el desenlace de la crisis de Nicaragua.

No excluye Cruz que la solución ideal para Nicaragua podría haber sido "dejar a los sandinistas freírse en su propia manteca", hacer que las contradicciones internas y la ineficacia del sandinismo hubiese provocado su caída. El ex candidato presidencial nicaragüense especula con una posible semifinlandización de Nicaragua a base de un fortalecimiento político y económico de toda Centroamérica y un a¡slamiento de los sandinistas. Todas estas especulaciones sobre lo que podría haber sido y "lo que sería si..." quedan parcialmente desbordadas por la premura que acucia a los contras para demostrar su eficacia y que los millones de dólares de ayuda recibida de Estados Unidos se traduzcan en resultados concretos.

10.000 hombres

Adolfo Calero, de 55 años, que aparenta ser el miembro más fuerte del directorio de UNO, declara que cuentan con 10.000 hombres en situación de combate. Estos hombres están penetrando todos estos días en Nicaragua. Miembros del Ejército sandinista constatan que en las últimas dos semanas se han producido más encuentros con la contra que en los anteriores seis meses. Calero declaró a este periódico que su estrategia próxima es, "en primer lugar, penetrar en profundidad, abrir un sinnúmero de frentes de combate, llevar la conciencia de guerra a la población, llevar conciencia de la posibilidad de triunfo, de la posibilidad del establecimiento de la democracia y la libertad en Nicaragua, y con esto convertir el rechazo pasivo, que existe en el pueblo nicaragüense en contra del régimen sandinista, en un rechazo activo para la liberación del pueblo de Nicaragua".Uno de los escenarios que se manejan sobre un ataque contra Nicaragua prevé la posible creacion de una cabeza de playa, establecimiento de un Gobierno provisional y petición de ayuda a Estados Unidos.

Se acusa a Calero de haber estado vinculado a la CIA desde antes incluso de la caída de Somoza. Ante ello, el dirigente de UNO replica: "Eso lo he oído repetidamente. Yo era gerente general de la Coca-Cola. No he servido ni trabajado para ningún Gobierno, ni para el Gobierno de Nicaragua. Siempre he estado en la empresa privada, y espero regresar a ella una vez que esté liberada Nicaragua".

A la pregunta de cómo financia su vida actualmente, Calero responde: "Tengo los medios personales necesarios para subsistir. Por supuesto, mis gastos que tienen que ver con el movimiento, con nuestra gesta, son pagados por la organización".

Sobre el escándalo del Irangate, Calero dice que "es un problema doméstico de Estados Unidos", y añade: "No tememos que ponga en peligro nuestra guerra de liberación". A la pregunta de dónde ha ido a parar el dinero de la venta de armas a Irán que fue desviado posteriormente para la contra, Calero asegura que no han visto ninguno de esos dólares, y argumenta que, si lo hubieran recibido, "no deberíamos dos millones de dólares a nuestros suplidores [proveedores]".

La dirección de UNO con templa con esperanza la entrada en funcionamiento de la emisora Radio Liberación, que iniciará su programación a mediados de enero, desde un lugar no determinado de Centroamérica. Las primeras pruebas, según ellos, alcanzaron con gran potencia Managua. Piensan emitir en el mismo estilo que las emisoras sandinistas, para que los potenciales oyentes de la emisora la puedan escuchar sin llamar la atención de los vecinos. Sobre todo, dice Cruz, se trata de ofrecer una programación variada y no basada en un puro martilleo de consignas políticas, sino de hacerla atractiva al oyente.

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