Los monumentos religiosos de Toledo pagan desde ayer un impuesto de radicación
El Ayuntamiento de Toledo es desde ayer, día 1 de enero, el único que en España hace ejecutivo el cobro del impuesto de radicación por los monumentos propiedad de la Iglesia que generan ingresos mediante el cobro de su visita. Entre tales monumentos figuran el monasterio de San Juan de los Reyes, la iglesia de Santo Tomé -donde se exhibe el cuadro de El Greco El entierro del conde de Orgaz - y la catedral.
Esta decisión fue adoptada en enero de 1986 por acuerdo del pleno municipal a propuesta del grupo de concejales comunistas y apoyada por el PSOE, mientras que el Grupo Popular se manifestó en contra. El cobro de este tributo quedó pospuesto ante la polémica suscitada y por la negativa acogida que tuvo en el arzobispado de Toledo.La Iglesia toledana ha declinado hacer declaraciones al respecto, al menos hasta que se reciba una notificación oficial, aunque en el momento de ser aprobado este impuesto fuentes del arzobispado de Toledo manifestaron su negativa a hacer efectivo el pago del tributo, que ascendería a unas 150.000 pesetas anuales, según cálculos de la Concejalía de Hacienda. El Ejecutivo regional de Castilla-La Mancha, mediante el consejero de Educación y Cultura, José María Barrera, se mostró contrario a esta decisión municipal por entender que "la medida no es oportuna y no tiende a proteger ni fomentar el patrimonio".
Después de casi un año, el Ayuntamiento de Toledo, regido por los socialistas en coalición con el PCE, ha decidido proceder al cobro del impuesto tras recibir un informe al respecto de la Dirección General de Coordinación con las Haciendas Territoriales, solicitado por el Ayuntamiento. El Ministerio de Economía y Hacienda, del que depende el citado organismo, entiende que, "si una diócesis emplea uno o varios locales para la realización de actividades comerciales lucrativas, adquiere por ello condición dé sujeto pasivo de dicho tributo". Además, el escrito que se ha conocido ahora, a pesar de haber entrado en el registro municipal el pasado junio, recoge que "la actividad desarrollada por la diócesis de Toledo en dichos locales es una actividad comercial de servicios encuadrada en el grupo 969 de las tarifas de la licencia fiscal de actividades comerciales e industriales".
Sí bien la Iglesia considera que con el cobro de entradas a los turistas no se persigue lucro, para los concejales comunistas ello genera importantes beneficios económicos, pues sólo con las visitas al cuadro de El entierro del conde de Orgaz se obtienen 150 millones anuales.
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