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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Solución a la UMD

Gracias a una decisión con un contenido político verdaderamente democrático, se ha resuelto un caso que era inconcebible mantenerlo en un rincón del olvido: el de los militares pertenecientes a la UMD.A estas personas, que en su día se jugaron su vida, amén de la carrera militar, llegado el cambio por el que mantuvieron su valerosa actitud, se las dejó en el más vergonzante de los olvidos. Gracias a una valoración gubernamental valiente y decidida y de una lógica aplastante, pese a sus muchos inconvenientes, han sido restituidos en sus cargos con las categorías que les hubiera correspondido de no haber sido expulsados del Ejército.

Esta actitud gubernamental, que ha resuelto una antidemocrática situación, nos llena de satisfacción y alegría a los militares de la República. Aplaudimos la decisión del Gobierno ante un acto de justicia que ha arrancado a la democracia un baldón que no conjugaba con la línea de restituciones en favor de todos aquellos españoles que luchamos para acabar con las muchas injusticias del pasado, en contra de

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la dictadura y por la restauración de la democracia. Semejante decisión hace ver al pueblo español y al mundo que en España reina la libertad basada en la justicia.

Ahora, los aviadores de la República, y yo personalmente, como miembro de la aviación republicana, preguntamos al Gobierno de la nación: ¿cuándo se va a hacer justicia con nuestro caso? ¿Cuándo se resolverá la situación de este contingente reducido de hombres que ingresamos de una manera oficial en el Ejército en el año 1936?

El no incorporarnos al apartado 1º del Decreto-Ley del BOE número 262 de 1984 tal vez sea un error. Nosotros, los aviadores de la República, no hicimos el curso en las Escuelas Populares, sino en academias militares, ni entramos de forma provisional. Nuestro ingreso se hizo a través de convocatorias oficiales publicadas en el Boletín Oficial de la República, con las normas vigentes, que aún no han sido modificadas.

Acabada la contienda fuimos detenidos y se nos juzgó por la categoría militar obtenida y los servicios de guerra prestados. Se nos acusó de adhesión a la rebelión, cuando jamás nos sublevamos (los sublevados fueron nuestros jueces).Fuimos condenados a pena de muerte, que meses más tarde nos fue conmutada por la de cadena perpetua.

La estancia en la cárcel fue larga, y nuestra lucha por la democracia no cedió ni un solo momento, acumulando por la misma causa tres condenas a la espalda, como en mi caso, con infinidad de avatares e n largos años de lucha. Hoy, con gran satisfacción moral, vemos restablecidos los objetivos por los que luchamos: la democracia y las libertades.

Arropados por infinidad de páginas de la historia, vivimos los últimos años de nuestra vida sin dejar de esperar de la justicia el reconocimiento de nuestros derechos de militares profesionales a que somos acreedores, con las categorías que hubiésemos adquirido y prebendas correspondientes. Todo ello nos fue arrancado sin justicia; lo fue por la fuerza de las armas.

La democracia en España no estará verdaderamente asentada hasta que no se haga justicia con los componentes del Ejército republicano. Estas palabras fueron pronunciadas en las Cortes Españolas por el diputado Juan María Bandrés.

Esperamos de la voluntad de nuestros gobernantes que, dentro del orden jurídico, se deje limpio un camino que fue truncado por la fuerza de las armas y se restituyan los derechos que por ley les pertenecen a los aviadores de la República: su condición de militares profesionales.- Piloto de la aviación republicana.

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