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ECOLOGÍA

Francia pide 5.000 millones a Suiza por el envenenamiento del Rin

Francia ha pedido a Suiza una compensación económica de al menos 250 millones de francos franceses (5.100 millones de pesetas) en concepto de indemnización por el envenamiento de río Rin tras el incendio de la empresa química Sandoz, de Basilea. Otros países como Holanda o la República de Federal de Alemania todavía no han presentado sus demandas concretas, pero preparan una petición detallada de indemnización.

Estos datos trascendieron ayer con motivo de la segunda reunión de la Conferencia de los países ribereños del Rin, en Rotterdam. Se han reunido los responsables del medio ambiente de Francia, Holanda, Suiza, República Federal de Alemania, Luxemburgo y Bélgica, así como el encargado del medio ambiente de la Comisión Europea, Stanley Clipton Davis.El ministro del Medio Ambiente francés, Alain Carignon, señaló que había recibido la promesa por parte de la firma Sandoz de que esta compañía le haría una primera entrega de 33 millones de francos franceses (unos 660 millones de pesetas) para cubrir los costes de las intervenciones más urgentes contra la contaminación.

Un portavoz del Gobierno alemán negó, por su parte, que la República Federal de Alemania reclamará de Suiza entre 50 y 100 millones de marcos (de 3.350 a 6.700 millones de pesetas), y dijo que antes de marcar una cifra concreta deben discutirlo los Estados federales.

También los holandeses pasarán factura a Suiza y, posiblemente, a los demás países ribereños del Rin por la contaminación de la empresa Sandoz y por la otra contaminación estructural a la que están sometidas las aguas de este río en su desembocadura.

Los más afectados por la catástrofe de la industria Sandoz, ocurrida a primeros del pasado mes de noviembre, son los holandeses, según la ministra del Medio Ambiente de Holanda, Neeli Smit-Kroes "porque dependen en gran medida de esta vía fluvial y están sensibilizados por los problemas de la contaminación en un país que tiene probablement la mayor densidad de pobla ción de Europa".

Los países miembros de la Conferencia del Rin discutieron las consecuencias de la catástrofe ecológica de la empresa Sandoz y analizaron posibles medidas parta evitar en un futuro nuevas catástrofes de este tipo en una zona en la que se halla concentrado un tercio de la industria química mundial. Mientras se celebraba esta conferencia de países ribereños del Rin, cinco miembros del grupo ecologista Greerípeace treparon por la chimenea de los laboratorios Ciba Geigy en Basilea y colocaron una pancarta en la que piden la paz para la Tierra. Los miembros del grupo ecologista Greenpeace han anunciado que permanecerán en lo alto de la chimenea hasta el día de Navidad como protesta por la contaminación del Rin y otras acciones de deterioro del medio ambiente.

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