La izquierda celebra en Chile, en secreto, su primera reunión desde el golpe militar de 1973

Los 11 partidos en los que se divide la izquierda chilena participaron el pasado fin de semana, en algún lugar del Chile bajo estado de sitio, en su primera reunión amplia desde el golpe militar de hace 13 años. El encuentro estuvo presidido por el recuerdo de Salvador Allende y por la convicción de que "no habrá democracia en Chile sin la izquierda".

Los asistentes al cónclave de la izquierda realizaron un homenaje al ex presidente Salvador Allende y a los caídos durante la dictadura.A pesar de las ostensibles diferencias entre los sectores moderados, liderados por el Partido Socialista (tendencia Núñez), y los más radicales, encabezados por el partido comunista, la reunión terminó con una declaración conjunta en la que se rechaza cualquier opción política en Chile que excluya a estas fuerzas.

A la reunión asistieron dos representantes por cada una de las formaciones socialistas (tendencias Almeyda, Núñez, Mandujano, Unitario e Histórico); de las dos fracciones del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), Obrero y Campesino; otros dos del MAPU; del comunista, de la Izquierda Cristiana y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Según Ricardo Lagos, dirigente del Partido Socialista Núñez, en la reunión "quedó muy claro que debe estructurarse una gran movilización en torno a las elecciones libres y abrir un proceso de consultas para encontrar la unidad opositora". Aunque persistieron las discrepancias entre las alas radical y moderada en la Izquierda sobre la estrategia para enfrentar al régimen, "un elemento positivo fue que el partido comunista aceptara que todo se puede discutir", dijo Lagos.

Militarización de la política

Un importante paso previo a la reunión lo constituyó la firma, la semana anterior, de un documento contra la "militarización de la política" por parte de los partidos socialista Almeyda, comunista e Izquierda Cristiana. En ese texto, redactado en Roma, se criticaba la violencia y el terrorismo y se proponía una amplia concertación con el centro y la derecha.Más pública, la reunión de la Democracia Cristiana se realizó en Talagante. La intervención policial impidió que pudiera culminar el domingo 14, como estaba previsto.

La Junta Nacional, máxima instancia democristiana, respaldó a su directiva encabezada por Gabriel Valdés, pese a las diferencias que existen dentro de ese partido. Respaldó, además, al Acuerdo Nacional y a la Alianza Democrática -dos coaliciones amplias antigubernamentales- y propuso negociaciones con los jefes de las fuerzas armadas "que sean fruto de un entendimiento y que no conduzcan al enfrentamiento".

El Partido Nacional, de derechas, realizó su reunión sin interrupción alguna en un céntrico y aristocrático club santiaguino. Este partido, uno de los firmantes del Acuerdo Nacional, hizo un llamamiento a la unidad de toda la derecha y se definió como "independiente" del Gobierno y de la oposición.