El anteproyecto sobre el IVA incluía una franquicia de un millón y medio de pesetas para los escritores

El anteproyecto sobre el impuesto del valor añadido (IVA) incluía una franquicia de un millón y medio de pesetas para los escritores, afirmó ayer el escritor y ex inspector de Hacienda Ricardo Lezcano. La desaparición de la cláusula de franquicia se produjo sin que el entonces ministro de Economía, Miguel Boyer, llegara a tener conocimiento de ello hasta que la norma fue definitivamente aprobada. Lezcano explicó estos hechos durante las Jornadas sobre la Economía y la Fiscalidad de los Escritores, que durante esta semana se han celebrado en Barcelona.

Durante esta semana se han celebrado en Barcelona las Jornadas sobre la Economía y la Fiscalidad de los Escritores que, organizadas por la Caixa de Catalunya, han congregado a escritores como Gonzalo Torrente Ballester, Ricardo Lezcano y José Luis Sampedro; editores, como Jaime Salinas (Aguilar), Jorge Herralde (Anagrama) y Andreu Texidor (Destino); representantes de las asociaciones de escritores, como Joaquín Marco e Ignasi Riera agentes literarios, como Isabel Monteagudo; abogados, como Manuel Jiménez de Parga, y representates de la Administración, como José Manuel Velasco director general de Libro del Ministerio de Cultura; Ernest de Aguiar, delegado especial de Hacienda en Cataluña; y Luis Fernando Alemany, subdirector general de Impuestos Indirectos. El auditorio nunca tuvo menos de 200 personas y los debates fueron vivos.Los escritores lo tienen claro: no quieren la normativa actual del IVA. La Administración, en cambio, se halla dividida: mientras el Ministerio de Cultura, según Velasco, apoya esta petición, Hacienda no la suscribe. Alemany llegó a afirmar que la modificación de la normativa actual topaba con la oposición de las haciendas del resto de países comunitarios, mientras Ernest de Aguiar consideraba que, aunque el impuesto sobre los escritores no es deseable, no es necesario modificar la normativa actual que les impone el IVA porque, según vino a decir el delegado, Hacienda sabe dónde debe inspeccionar y no va a ir a buscar a los escritores.

Pero la intervención más ceñida al tema del IVA fue la de Ricardo Lezcano. Lezcano, que además de escritor fue durante años inspector de Hacienda, aterrorizó a más de uno de los presentes ante la cantidad de requisitos que deben ser cumplimentados por el simple hecho de escribir, si se debe cumplir toda la normativa vigente.

Mientras la normativa exista, dijo Lezcano, el escritor puede contar con la benevolencia de la Administración pero no se halla a salvo de que un juez decida intervenir, como recientemente ha ocurrido con diversos centros de planificación familiar.

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Lezcano informó también de que en el anteproyecto de normativa de IVA de 1985 había un párrafo que estipulaba una franquicia de un millón y medio de pesetas para los escritores y que esa cláusula "despareció en el proyecto discutido en las Cortes y de forma tan misteriosa que, al parecer, no se enteró ni el propio ministro del ramo".

En algunas de las normas del propio servicio de publicaciones del Ministerio de Economía y Hacienda figura una alusión a este hecho. Así, citó Lezcano, el texto titulado El IVA y los profesionales, al hablar de los regímenes especiales, dice en la página 79: "Es aplicable el régimen de 'franquicia' en cuanto la actividad profesional sea ejercida por una persona física, con un volumen de ingresos inferior al que se fije en las leyes de Presupuestos (alrededor de un millón quinientas mil pesetas)". La misma afirmación reaparece, aunque reducida a un millón de pesetas, en otro texto.

Además del IVA, en las jornadas se debatieron otros temas, como la relación entre editores y escritores y la funcionalidad o no de las asociaciones de escritores. En contra de éstas se manifestó especialmente el catedrático de Literatura Francisco Rico, mientras que el abogado y ex ministro de Trabajo Manuel Jiménez de Parga criticó la Sociedad General de Autores de España calificándola de "sindicato vertical" y tildándola de inconstitucional en la medida en que, según dijo, establecía la obligatoriedad de afiliación.