Un estímulo para un mercado raquítico
La celebración de la subasta de un importante lote de 42 obras de Joan Miró en Madrid constituye un verdadero hito para el raquítico mercado español de arte contemporáneo, y puede servir muy bien como termómetro para calibrar el grado de animación actual de los todavía muy escasos coleccionistas de nuestro país.En cualquier caso, pujasen o no coleccionistas españoles -y entre ellos incluyo a los representantes de sociedades mercantiles y de fundaciones privadas-, que la subasta tuviese lugar en Madrid y que los eventuales beneficios reportados por la misma estén destinados para dotar de fondos a la Fundación Joan Miró y Pilar Juncosa, de Palma de Mallorca, son dos aspectos estimulantes en sumo grado.
En cuanto al contenido de la subasta, hay que señalar que la mayor parte de las 42 obras son papeles y están fechados en los años setenta y ochenta, la etapa final de Miró.
El tipo de soporte material en estas obras, genéricamente definidas como sobre papel, es muy adecuado para la sensibilidad y la manera de trabajar de Miró, que realizó dibujos, gouaches y collages soberbios. Por otra parte, no hay que olvidar el aire espontáneo y experimental -como lo que está hecho en la intimidad del taller, un poco trabajando alla prima-, que es propio de estas técnicas, comparativamente más informales, así como el que sus resultados sean, desde un punto de vista artístico, bastante desiguales. Quiero decir que en esta clase de obra conviven la intuición genial, que servirá de base para nuevos caminos, con ideas que no prosperan y se abandonan, pero que, sea cual sea su ulterior destino, constituyen un material siempre interesante.
Hay, no obstante, un par de piezas fechadas en un momento particularmente dramático para Miró: la primera, en 1938, y la segunda, en 1942, coincidentes ambas, por tanto, con la guerra civil española y con la mundial, y que poseen sobre todo un alto valor histórico y testimonial.
Entre lo realizado antes de la década de los setenta hay as¡mismo que destacar fundamentalmente el bellísimo óleo sobre lienzo titulado 5+2=7, que no sólo es uno de los pocos cuadros propiamente dichos de la subasta, sino también el que, por razones técnicas, calidad y tamaño, alcanza un precio estimado de salida más elevado, entre 25 y 30 millones de pesetas.
Del resto de lo que se ofrecía en la subasta, perteneciente a la etapa última de la vida de Miró, hay que llamar la atención sobre el otro óleo sobre lienzo, titulado Tête, oiseaux (1976); las técnicas mixtas sobre cartulina, respectivamente tituladas Femme (1973), Poète écrivant un poéme dicté par l´oiseau de passage (1973), Personnage (1976) y Femme, oiseaux (1976). Por lo demás, había una amplia representación de esa obra que equívocamente se suele llamar menor por el tipo de soporte o técnica simple con que está realizada, cuyo precio de estimación más bajo no debe interpretarse necesariamente como el reflejo de una menor calidad artística.
Babelia
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