La reconversión de nunca acabar

Hoy, toda la siderurgia integral vasca se llama Altos Hornos de Vizcaya (AHV). La histórica sociedad, constituida en 1902 por la fusión de las antiguas Sociedad de Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao, Metalurgia y Construcciones La Vizcaya y Sociedad Anónima Iberia, que habían absorbido muchas de las legendarias ferrerías del país, ha sufrido tal renovación que prácticamente es un conjunto de factorías nuevas.En los últimos seis años se ha reconstruido toda la acería, el Horno Alto 2 y puesto en funcionamiento las máquinas de colada continua. Para ello ha precisado 157.078 millones de pesetas, es decir, algo más de 15 millones por cada puesto de trabajo.

La práctica totalidad de los recursos empleados son públicos o avalados por entidades públicas: Un total de 26.926 millones de pesetas son subvenciones estatales a fondo perdido; 75.244 millones de pesetas son créditos oficiales y deudas aplazadas y los 54.908 millones restantes son créditos privados, casi todos avalados por el Banco de Crédito Industrial. Paradójicamente, AHV continúa siendo una empresa privada.

Durante estos seis años se han sacrificado unos 1.500 empleos y a pesar de todo este descomunal esfuerzo, el futuro aún no está despejado. La sociedad precisa un nuevo ajuste de coste incalculado y que podría llevarse más de 2.800 empleos.

El panorama de AHV no es una excepción. En aceros especiales, los fondos públicos para la reconversión se elevan a 69.915 millones de los que 29.982 millones corresponden a subvenciones. En aceros comunes hay comprometidos 20.742 millones; en electrodomésticos (17.188); en componentes electrónicos (3.872); en textil (550); en el cobre (3.600) y en bienes de equipo 4.500 millones de pesetas.

El naval ha precisado 56.000 millones de pesetas en ayudas públicas y el INI ha aportado a la comunidad otros 40.000 millones para enjugar pérdidas o participar en ampliaciones.

Parados de varias categorías

El coste humano de la reconversión ha sido dramático. Más de 8.500 trabajadores han perdido su empleo. Algunos después de una lucha heroica como fue el caso de Euskalduna. Sin embargo, los desempleados por la reconversión de las grandes empresas aún resultan privilegiados si se les compara con el ejército de 137.00 obreros que desde 1977 perdieron su empleo, con mínimas garantías sociales. Milagros García Crespo, decana de la Facultad de Económicas del País Vasco, ha llamado la atención por "las distintas categorías de parados y los correspondientes enfrentamientos que ha originado la crisis".La entrada en la CE ha incrementado la competencia en la siderurgia. Los estudios hablan de reducir otros 18.000 empleos: Además de los 2.835 de AHV; sobran 3.200 en aceros especiales; 2.000 en aceros comunes; 2.000 en naval y 6.500 por el Plan de Relanzamiento Excepcional del Gobierno vasco que afecta a 14 sectores. Pedro Solbes, secretario de Estado para la CE, comentó que las nuevas presiones de la CE podrían exigir reduccir un tercio de la producción y la mitad de las plantillas.