De Max Ernst y Moebius a 'Hazañas bélicas'
La principal diferencia entre Alien, dirigida por Ridley Scott en 1979, y este Aliens de James Cameron surge de ser películas inspiradas por principios radicalmente distintos. La primera corresponde a la mentalidad del explorador, a la curiosidad, fascinación y miedo por lo desconocido; la segunda es un buen ejemplo de espíritu de colonizador, sólo preocupado por cómo instalarse y cuáles son los elementos hostiles a su mundo que conviene eliminar. En el primer caso, el comandante Ripley tenía a sus órdenes un grupo de científicos o navegantes, mientras que, en esta segunda entrega, ella capitanea un comando especializado que aparece en el planeta Acheron como los marines en la jungla vietnamita. Si en Alien había lugar para el erotismo y Sigourney Weaver realizaba un memorable strip-tease ante los ojos ocultos del monstruo, en Aliens, la misma actriz, en vez de desnudarse, se recubre de una estructura metálica que la robotiza y multiplica su potencia y resistencia.
Aliens
Director: James Cameron. Intérpretes: Sigourney Weaver, Michael Biehn, Paul Reiser, Lance Hericksen, Carrie Henn, Bill Paxton. Estadounidense, 1986. Estreno en Madrid, en cines Candilejas, Capitol, Carlton, Europa, La Vaguada M-2, Luchana-1 y Urquijo.
Es curioso que el único momento en que el filme inventa sea para convertir los hombres en máquinas. Porque de la escenografía a lo Max Ernst elegida por Ridley Scott a la estética cuartelera preferida por Cameron hay una distancia que no remite a la simple arbitrariedad del gusto, sino al paso de la ciencia (ficción) a la conquista (y exterminio). De ahí que Ripley ya no luche contra un ser desconocido, sino contra multitud de ellos, que el enigma haya dejado su plaza al ejército enemigo.
El arranque de Aliens, jugando con los problemas psíquicos y físicos que pueden derivarse de una prolongadísima hibernación, no desmerece al de su mítica predecesora. Incluso el descubrimiento de que el mundo está mucho más militarizado y que hay geo espaciales está expuesto de forma convincente, con esa competencia profesional que Cameron ya probara en Terminator. En un momento dado, ante el temor de no poder vencer a los multiplicados monstruos, los protagonistas deciden hacer volar el planeta entero a base de explosiones nucleares, versión radical de la siembra de sal propuesta para el territorio alemán después de la II Guerra Mundial o de los kilos de napalm con los que se esperaba convertir la jungla asiática en un páramo en el que nadie pudiera ocultarse.
Desde el momento en que la acción se sitúa en Acheron, todo se simplifica y pierde misterio incluso el armamento del futuro se parece muchísimo al del presente, sin duda para evitar que un exceso de imaginación haga derivar el filme hacia la fantasía y el espectador deje de sentirse, en medio de la batalla, como en su casa.
'El regreso' (1986). Dirección: James Cameron. Duración: 148 minutos. Formato: DVD y Blu-Ray.
Babelia
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