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LAS SUPERPOTENCIAS DIALOGAN

Reagan y Gorbachov desean que su 'partida' islandesa concluya al menos en tablas

Francisco G. Basterra

FRANCISCO G. BASTERRA ENVIADO ESPECIAL, La última vez que soviéticos y norteamericanos se enfrentaron en la remota Islandia, en 1972, el ajedrecista -estadounidense Bobby Fischer derrotó al soviético Boris Spassky. Ayer, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov maniobraban para conseguir al menos hacer tablas en las seis horas de conversaciones cara a cara que inician esta mañana en una casa encantada de esta capital y regresar a Washington y Moscú el domingo presentando una victoria a sus respectivas opiniones públicas. La Casa Blanca anunció anoche que el presidente se dirigirá a los norteamericanos por televisión, se ignora si desde el Congreso, el lunes, cuando regrese a EE UU.

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Buenos gestos, viejas tensiones

Como viene ocurriendo en esta batalla diplomática entre las dos superpotencias desde la llegada al poder de un nuevo líder soviético, Gorbachov continúa moviendo primero sus piezas. A su llegada a la base norteamericana de Keflavik, dejó claro que venía sobre todo a discutir de control de armamentos y se declaró dispuesto a conseguir acuerdos responsables".Mientras tanto, los hombres de Reagan dedicaron la jornada a apagar las expectativas suscitadas por la reunión: "No negociaremos nada sustantivo", "son sólo discusiones", "no esperen ustedes un acuerdo sobre euromisiles" y "no venimos aquí a conseguir una fecha para la cumbre de Estados Unidos".

Reagan, en la austeridad de la Embajada norteamericana de Reikiavik, trató ayer de resolver los serios problemas que ha dejado en Washington y que, desmintiendo su tradicional buena suerte de irlandés, se le han acumulado en un sombrío panorama en los últimos días.

El presidente se enfrenta a una seria crisis decredibilidad. Los desmentidos de la Administración no consiguen despejar las dudas sobre la mano de la CIA en la operación mercenaria del avión norteamericano derribado sobre Nicaragua.

Con Eugene Hasenfus -un ex marine que estuvo en Vietnam- como rehén en Managua, será difícil que Reagan plantee el tema de Centroamérica cuando se pase revista a los conflictos regionales.

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La oscura historia de Nicaragua parecía complicarse ayer con la aparición de alegaciones en la Prensa norteamericana que implicaban al vicepresidende, George Bush, con la operación de ayuda a la contra y el avión derribado el lunes.

Para contrarrestar los puntos que está apuntándose Gorbachov en la guerra de la propaganda de la opinión pública occidental, con su moratoria de pruebas nucleares, Reagan anunció anoche aquí que EE UU ratificará dos tratados de limitación de explosiones atómicas, negociados en los años setenta.

Washington continuará oponiéndose a la prohibición total de pruebas nucleares, pero Reagan informará hoy a Gorbachov que, si media un acuerdo sobre verificación entre las dos superpotencias, someterá al Senado la ratificación del tratado que limita la potencia de las explosiones subterráneas a 150 kilotones, y el Peaceful Nuclear Explosion Treaty. Uno de los principales objetivos de Gorbachov es conseguir que EE UU acceda a una moratoria total de pruebas nucleares: la Casa Blanca anunció anoche que, una vez ratificados estos dos tratados, Reagan iniciaría negociaciones con Moscú para iniciar un proceso, paso a paso, dirigido a limitar y acabar por completo, en último término, con las pruebas atómicas. Esto estaría unido a un programa paralelo para acabar con las armas nucleares. Con esta maniobra, Reagan ha conseguido contentar al Congreso y que éste, horas antes del comienzo de la cumbre, levantara ayer las restricciones que mantenía sobre la política de defensa del presidente.

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