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LAS SUPERPOTENCIAS DIALOGAN

EE UU cree que se produjo una explosión similar a la de Chernobil en el submarino soviético hundido

Francisco G. Basterra

El submarino nuclear soviético que sufrió un incendio el pasado viernes frente a la costa este de Estados Unidos reposa a 5.400 metros de profundidad en el fondo del Atlántico, a unas 1.300 millas náuticas (2.400 kilómetros) al sureste de Nueva York, tras hundirse con sus 16 misiles nucleares en la madrugada del lunes. El Pentágono se mostró ayer razonablemente convencido de que el accidente no ha provocado escape de radiactividad y que no se ha producido ni se producirá una explosión nuclear del reactor o de los misiles; balísticos, tal como han garantizado los soviéticos. Sin embargo, el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, afirmó que la explosión a bordo que inició el incendio el viernes debió ser "muy poderosa" recordando "un poco a Chernobil", la mayor catástrofe nuclear de un reactor civil, ocurrida el pasado mes de abril en Ucrania.La proximidad de la cumbre de Islandia explica la cautela con que se ha manejado el acciden te en EE UU para no perjudicar las buenas perspectivas que ha despertado la reunión. El presidente Ronald Reagan se limitó a comentar que la velocidad con que Moscú le informó -inhabitual, sobre todo tratándose de un navío nuclear- mostraba que "Gorbachov ha aprendido algo de Chernobil". Altos cargos de la Junta de Jefes de Estado Mayor informaron ayer que el accidente pudo originarse en el combustible líquido de los misiles balísticos, que es "muy inestable y peligroso". Los cohetes nucleares de los sumergibles norteamericanos utilizan combustible sólido.

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El Pentágono explicó que una explosión "muy poderosa" se produjo en el interior del tubo donde se alojaba uno de los 16 rnisiles SS-N-6 que por taba el sumergible.

El submarino, de la clase Yankee y uno de los modelos más viejos de la flota nuclear soviética, se hundió definitivamente a las Cuatro de la madrugada del lunes (diez de la mañana, hora peninsular) después de que un mercante soviético hubiera intentado remolcarlo durante varias horas, a dos nudos de velocidad, al parecer con destino a la URSS o a un lugar del Atlántico más profundo donde pudiera ser hundido.

Unos 24 tripulantes que permanecían a bordo para ayudar en el salvamento abandonaron el barco en balsas salvavidas antes del hundimiento. Tres marineros, según fuentes soviéticas, perecieron el viernes cuando se prudujo la explosión, a unas 400 millas al este de las islas Bermudas. El submarino, de 120 metros de eslora, tenía una tripulación de 120 hombres. A las 2.30 horas, los soviéticos interrumpieron el remolque, realizado por el mercante Krangvardeys, y el barco comenzó a hundirse muy lentamente. El final se produjo a sólo 80 millas de donde ocurrió el accidente. El punto exacto del hundimiento es 31º21' latitud norte, 54º42' longitud oeste. Algunos observadores comentaron ayer la posibilidad de que la presión del fondo del Atlántico en la zona dañe las cargas nucleares de los misiles, abriendo las planchas que los recubren.ç

Amenaza de contaminación

La amenaza de contaminación radiactiva es muy baja, pero no nula, según expertos del Pentágono. A última hora de la tarde de ayer no se conocían aún las mediciones realizadas por los aviones norteamericanos que han sobrevolado la zona ni si hay rastros de radiactividad en el agua. Sin embargo, el secretario de Estado, George Shultz, afirmaba el domingo que "no hay radiactividad en la atmósfera".

Las fotografías del submarino muestran las escotillas reventadas y roturas en el casco, justo a popa del puente, en la zona donde se almacenan los cohetes balísticos, y un boquete: en la amura de estribur. Al parecer, este último daño pudo ser causado por la tripulación en un intento de abrir un espacio para liberar los gases producidos por el incendio o incluso desembarazarse de algunos de los misiles que estuvieron quemándose.

Fuentes del Departamento de Defensa norteamericano creen que la explosión y el fuego se produjeron en proa, donde se almacenan los misiles SS-N-6 que lleva el barco, capaces de alcanzar un objetivo a 1.600 millas de distancia.

El submarino hundido, junto con otros dos de este mismo tipo, tenía como misión patrullar una zona situada a 1.000 millas frente a la costa atlántica de Estados Unidos. Desde allí sus misiles pueden alcanzar cualquier ciudad del este del país.

Expertos norteamericanos estiman que el comandante de la nave probablemente cerró los reactores nucleares en el momento del accidente o, en todo caso, antes del hundimiento de la nave.

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