La 'barra italiana' no podrá ser utilizada para pescar coral

La Administración ha decidido prohibir la extracción del coral con el método de arrastre denominado barra italiana, debido a que produce importantes destrozos en el ecosistema marino, según anunció ayer en Madrid el ministro de Agricultura, Carlos Romero.El ministro dijo que para adoptar esta decisión han prevalecido los criterios conservacionistas frente a otros de carácter más directamente económicos. A partir de ahora deberán utilizarse exclusivamente otros métodos más tradicionales, como el de la extracción directa por medio de submarinistas, y otros nuevos que no dañen la flora y la fauna submarina.

Romero especificó que, paralelamente a la adopción de esta medida, el Gobierno español reforzará la vigilancia en Almería y otras zonas ricas en coral para impedir que barcos españoles y extranjeros extraigan coral por el sistema de barra italiana y para controlar las cantidades de coral que se desembarquen por las empresas que tengan permiso para realizar extracciones.

Como consecuencia de esta decisión, se abrirá un nuevo período de consultas con los 14 empresarios que han solicitado licencias para la extracción del coral y a los que les ha sido admitida su solicitud. Algunos de estos peticionarios pretendían obtener licencia para el método de barra italiana.

Hasta ahora existían cuatro permisos concedidos a otras cuatro empresas españolas para la extracción del coral. Estas empresas utilizaban, entre otros, el sistema de barra italiana. La actividad de dichas empresas se había mantenido a pesar de las múltiples y continuadas protestas de los grupos ecologistas y de los sindicatos del sector contra este sistema y contra la política seguida por la Administración.

El sistema de barra italiana se basa en un cilindro metálico de extracción que destroza, según los expertos, los fondos marinos, destruye la colonia coralífera y mata otros organismos que viven en el fondo del mar.

El coral se utiliza preferentemente para objetos ornamentales. Un kilo de coral puede costar cerca de 50.000 pesetas, pero, una vez elaborado, puede alcanzar precios comparables a los de algunos minerales preciosos.