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Soledad Larraín: "Las mujeres, en Chile, son un ejemplo de unidad ante el régimen militar"

"Las mujeres, en Chile, no sólo han sido las primeras en oponerse a la dictadura, sino que han dado un ejemplo de unión al echarse a la calle juntas, sin distinciones sociales ni políticas", afirma Soledad Larraín, de 38 años, dirigente de la opositora Asamblea de la Civilidad de Chile, directora del Consejo de Psicólogos y una de las figuras más destacadas del Movimiento de Mujeres por el Socialismo. Soledad es un ejemplo de cómo el feminismo y la lucha por la democracia se han unido en Chile y han convertido a las mujeres en el punto de partida de la movilización social contra el régimen de general Augusto Pinochet.

Larraín salió de Chile el pasado 20 de agosto para realizar una gira por Europa en busca de solidaridad con el pueblo chileno. El pasado domingo llegó a Madrid para intervenir en la manifestación para pedir la libertad y la democracia en Chile."Todos sabíamos que el Gobierno iba a aprovechar cualquier pretexto para declarar el estado de sitio". Según Soledad Larraín, el frustrado atentado contra Pinochet, el pasado día 8, ha sido la oportunidad que esperaba, el Gobierno para. adoptar esta medida e incrementar la represión. "Durante el último año, Pinochet ha perdido la batalla política, y sólo le queda como arma la represión. El completo aislamiento en el que se halla su régimen, que es cuestionado incluso por la derecha, las fuerzas armadas y EE UU, es lo que hace más peligrosa e incontrolada la situación. Por bárbaros que sean los atropellos, Pinochet no tiene nada que perder".

Para Lairraín, el frustrado atentado es el resultado "de la obcecación del régimen militar, que ha cerrado todas las puertas a una alternativa que no sea el uso de la fuerza y supone un intento de llevar a la oposición -contraria a la violencia- al terreno militar, el único campo en el que se siente seguro".

Lo que para ella está claro es que el régirnen chileno ha utilizado este hecho para exacerbar el clima de violencia. "No podemos llegar a 1989 con este régimen porque, en esta dinámica, cuanto más dure la dictadura más posibilidades habrá en Chile de caer en una confrontación armada".

"El Gobierno ha utilizado lo que nosotros llamamos el plan de guerra psicológico, con el que ha creado un clima de terror que nos ha marcado por fuera y por dentro y cuyos efectos van a perdurar en varias generaciones. La detención de mujeres embarazadas es un elemento más de esta situación de impunidad, en la que se pretende establecer la sensación de que nadie está a salvo".

La dirigente opositora. considera que el alto nivel de participación de las últimas protestas en Chile es fruto de un cambio. "Por una parte, por primera vez se está planteando la necesidad de un movimiento unitario y se está abriendo paso la conciencia de que si marchamos todos juntos vamos a lograr el objetivo".

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Soledad recuerda cómo en Chile la movilización social contra la dictadura partió de las mujeres. "Las primeras en enfrentarse abiertamente a la dictadura fueron, en 1974, las esposas de los detenidos. Luego fueron las mujeres de las barriadas más pobres las que se organizaron en torno a las ollas comunes para sobrevivir ante el paro que afecta al 50%, de los cabezas de familias. El movimiento se fue ampliando porque, si bien es cierto que antes del golpe la mujer chilena era muy pasiva, los valores que hasta entonces la habían mantenido en casa -la defensa del esposo y de los hijos- la echaron a la calle para enfrentarse con valentía a los militares".

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