El índice de precios de julio, en torno al 1%, situará otra vez la tasa oficial de inflación por encima del 9%

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ultimaba ayer el índice de precios al consumo de julio, que podría haber subido en torno al 1% según medios informados. Si se confirma el dato, la tasa anual de inflación -incremento de los doce últimos meses- se situaría otra vez en el 9,3%, nivel máximo alcanzado durante el presente ejercicio. Como ya en junio el IPC subió otro 0,9% y en los principales países industrializados se mantiene la desaceleración de los precios, el diferencial español habrá crecido casi dos puntos en sólo dos meses. Al menos en tres comunidades autónomas -Baleares, Andalucía y Navarra- podría superarse este verano el 8% de subida acumulada esperada por el Gobierno para todo el año a nivel estatal.

Fuentes del INE informaron ayer que el índice de precios al consumo de julio será dado a conocer hoy o mañana, si no surgen problemas de última hora en su elaboración. El dato es esperado con gran expectación en medios económicos. La eventualidad de que en julio se haya acelerado la carestía de la vida, por segundo mes consecutivo, afectaría negativamente tanto al ritmo de la recuperación económica como a las posibilidades de que bajen los tipos de interés nominales.Aunque las fuentes del INE se negaron a facilitar la, información disponible sobre el IPC de julio, otros medios informados aseguraron que a finales de la segunda semana de agosto el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, recibió del instituto un primer avance. Extraído con técnicas de sondeo de los ordenadores del INE, dicho avance ya habría advertido la persistencia de fuertes alzas en los productos alimenticios. El IPC general volvería a tener en julio una subida parecida a la registrada por el mismo motivo en junio (0,9%), o incluso superior.

La información anticipada por el INE ha convertido en optimistas previsiones expresadas días antes en un informe oficial, el último elevado al ministro antes de las vacaciones por la Dirección General de Previsión y Coyuntura. Según tal informe, la tasa de inflación, situada en el 8,9% tras el fuerte aumento de junio (0,9%), no se desaceleraría "claramente sino a partir del próximo mes de septiembre". Ello implicaba que el IPC subiría tanto como el año anterior en julio (0,6%) y en agosto (0,2%).

Segundo mes de aceleración

Lejos de mantener la tasa oficial, el avance del INE -cuya existencia dijo ayer desconocer a preguntas de este periódico el propio jefe de la sección de precios al consumo del instituto, Eloy Matilla- supone que la inflación se habría acelerado por segundo mes consecutivo. El 1% de subida en julio colocaría dicha tasa (aumento durante los doce últimos meses) en el 9,3%. Este último porcentaje, el más alto del año, sólo se había registrado en enero, mes en que el INE anunció una subida del 2,8% -atribuida desde otras esferas oficiales al IVA- y que ahora acaba de ser corregida al alza en una décima (el 2,9%).

A partir de entonces la tasa de incremento de los precios al consumo empezó a desacelerarse: 9% en febrero; 8,6% en marzo; 7,8% en abril, y 7,7% en mayo. Tal línea descendente se quebró en junio, cuando volvió al 8,9%, ya que el IPC había bajado un 0,2%. durante el mismo mes de 1985 y ahora subió el 0,9%.

El susto fue motivado por los precios alimenticios, que en meses anteriores se mostraron muy moderados y en junio subieron el 1,8%. Por ello, el rebrote inflacionista no preocupó excesivamente en medios gubernamentales, al considerar que la inflación subyacente -mejor indicada por el resto de los precios- mantenía un incremento mensual del 0,4%. Pero un desglose más detallado del IPC ponía de manifiesto que la alimentación amenazaba con provocar mayores sustos. En realidad, el 1,8% de junio procedió de fuertes alzas en las hortalizas frescas (29,4%) y las frutas frescas (13,5%). Otros importantes productos (carne de ave, huevos, patata, preparados de hortalizas, pescados, carne de vacuno) habían bajado entre el 4,4% y el 6%. Esto dejaba un preocupante margen de carestía para julio y agosto. En ambos meses la afluencia de turistas suele provocar presiones en los precios.

El turismo como problema

Ya en junio, los mayores incrementos del IPC fueron detectados en zonas turísticas, pese a que se trata de un mes con menor afluencia de visitantes extranjeros que en julio, cuando las estadísticas de fronteras han señalado un 8,2% de entradas más que iguales fechas del año anterior. Los principales núcleos receptores de turistas sufrieron en junio aumentos del IPC superiores a la media nacional: Baleares un 2,1%; Andalucía el 1,2%, y la Comunidad Valenciana el 1%. En toda Cataluña el incremento fue del 0,9%, mientras que para Madrid quedó en el 0,8%.

Si el INE confirma que en julio los precios subieron el 1%, el diferencial de inflación con respecto a otros países industrializados habrá aumentado casi dos puntos en sólo dos meses. En mayo las dos docenas de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tenían una tasa media de inflación 5,1 puntos menor que la española. La diferencia con la Comunidad Europea era de 4,9 puntos.

En ambos casos, el diferencial creció un punto en junio. Es muy probable que en julio haya sucedido otro tanto.