El Gobierno peruano responsabiliza de las revueltas en las cárceles a los guerrilleros de Sendero Luminoso
La represión por parte del Ejército peruano de los motines que estallaron el miércoles en tres prisiones de Lima causó más de 400 muertos entre los reclusos y un número indeterminado de heridos, según fuentes de la policía y del Gobierno peruano. De ellos, 300, supuestamente guerrilleros, murieron en la isla penal del Frontón, situada frente a El Callao, puerto de Lima. Según fuentes de la policía, 140 guerrilleros murieron en la cárcel Larigancho. Las revueltas se atribuyen a reclusos de la organización guerrillera Sendero Luminoso. La cifra de muertos tras la reprepsión de los motines no ha sido confirmada oficialmente.
Los incidentes comenzaron a las seis de la mañana del miércoles, hora local, simultáneamente, en los penales del Frontón, Lurigancho y en el centro penitenciario para mujeres de Santa Bárbara. Los motines no habían sido sofocados hasta esta madrugada, hora peninsular.En el penal del Frontón, situado en una isla que se encuentra en las proximidades del puerto de El Callao, los presos se apoderaron, según fuentes oficiales, de tres fusiles y un número indeterminado de ametralladoras y armas cortas.
Los motines fueron calificados desde el principio por el Gobierno peruano como una "acción concertada" por el grupo terrorista de tendencia maoísta Sendero Luminoso. El Gobierno anunció su decisión de encomendar la tarea de "retomar los locales" al Mando Conjunto de las Fuerzas Armadas, 12 horas después de que comenzaran las revueltas en las tres prisiones.
Armando Villanueva, secretario general del partido gubernamental, APRA, había asegurado ayer por la tarde que el número de víctimas mortales ascendía al menos a 150, y que entre ellas había algunos oficiales y soldados, así como terroristas.
Armando Villanueva declaró que el Gobierno del presidente Alan García decidió en Consejo de Ministros "restablecer la autoridad del Estado" e intervenir por primera vez durante su mandato en las prisiones en las que los guerrilleros encarcelados actúan prácticamente corno en terreno conquistado.
Según el dirigente del APRA, el objetivo de Sendero Luminoso al promover estos motines era provocar un escándalo, aprovechando la presencia en Lima de las numerosas representaciones extranjeras que asistirán al 17º Congreso de la Internacional Socialista que se inaugura hoy en dicha ciudad.
De cara a esta reunión, las autoridades peruanas habían establecido una serie de medidas de seguridad que incluyen el establecimiento del estado de emergencia y el toque de queda en amplios sectores de Lima y el puerto de El Callao.
Después de un Consejo de Ministros extraordinario celebrado el miércoles, las Fuerzas Armadas, con el aval del Gobierno, lanzaron un ataque contra el penal del Frontón teniendo por orden recuperar el penal que los detenidos habían transformado en un "fortín inaccesible a las autoridades", según declaró el ministro del Interior, Abel Salinas.
"Resistimos antes de adoptar esta medida", había declarado Villanueva "en virtud del respeto de los derechos humanos, pero los delincuentes-terroristas precipitaron nuestra decisión".
El senador explicó que el Pabellón Azul de la isla del Frontón había sido consolidado con obras que los propios detenidos habían efectuado bajo el anterior Gobierno. Las fuerzas de seguridad habían descubierto pasos subterráneos y celdas clandestinas donde entaban encerrados "los presos menos dóciles a la causa de Sendero Luminoso".
Desde hace meses, los detenidos se negaban a responder a los llamamientos de los jueces y habían constituido, según Villanueva, sus propias leyes. Esta situación, afirmó el senador, "no podía continuar". Villanueva afirmó igualmente que una "bolsa de resistencia" se había formado en el Pabellón Azul y que el Ejército esperaba un momento más favorable para lanzar el asalto final con el propósito de no hacer más numerosa la lista de víctimas, en particular por parte de los soldados, varios de los cuales habían muerto en el ataque.
Armando Villanueva aseguró que la policía utilizó explosivos durante la operación y subrayó que ésta sólo se produjo tras haberse agotado todos los medios pacíficos. "Sinceramente, lo lamentamos mucho, pero no había otra manera de hacer respetar el principio de autoridad", dado que los presos se negaron a negociar, dijo finalmente el dirigente del APRA.
Almacén de armas
En el último comunicado del comandante conjunto del Ejército se admitía que "la resistencia de los terroristas estaba todavía siendo extinguida en Frontón, donde las autoridades penitenciarias están convencidas de que los detenidos han podido almacenar armas mediante la colaboración de los parientes que venían a visitarles todos los días".
La cárcel de Lurigancho fue escenario de graves incidentes en octubre del pasado año, cuando 34 reclusos perdieron la vida en los motines protagonizados por presos de Sendero Luminoso. Otras revueltas, ocurridas en marzo de 1984 en la prisión limeña de El Sexto, concluyeron con una verdadera orgía de sangre en la que perdieron la vida 17 reclusos y dos rehenes y otras 40 personas resultaron heridas.
En la capital peruana se teme la rápida y violenta reacción de los comandos guerrilleros urbanos de Sendero Luminoso y de los otros grupos procastristas del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru y de los Nuevos Comandos Revolucionarios del Pueblo, que se habían atribuido la responsabilidad de una decena de atentados perpetrados el miércoles en Lima. La vigilancia en el hotel en que se reunuen los comités que preparan el congreso de la Internacional Socialista fue redoblada ayer.
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