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Piquetes de pescadores vascos atacan los camiones cargados de pescado procedentes de Francia

Los 5.000 pescadores de la flota de bajura del Cantábrico se echaron ayer a las carreteras del País Vasco para impedir la entrada de pescado de otros países comunitarios. Los piquetes atacaron los camiones, que fueron escoltados desde la frontera por fuerzas de la Guardia Civil. Desde primera hora de la mañana, piquetes de arrantzales (pescadores vascos) integrados por medio centenar de personas se apostaron cerca de los puentes internacionales del Bidasoa y de los pasos fronterizos de montaña, mientras otros grupos tomaban posiciones en puntos estratégicos y cerraban el acceso a Mercabilbao.

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El dispositivo policial instalado en torno a la frontera y a las principales vías de comunicación, frustró ayer los planes de los trabajadores del Cantábrico en su primera jornada ole movilización en las carreteras.Al menos una docena de transportes de pescado cruzaron ayer el País Vasco escoltados por fuerzas de la Guardia Civil. La impotencia de los arrantzales se tradujo en el apedreamiento de los camiones, en incidentes con chóferes de vehículos que transportaban otras rnercancías o venían de vacío y en esporádicos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado. En Mercabilbao los piquetes arrojaron pescado francés al suelo. Vanos integrantes de uno de los piquetes fueron golpeados en e puesto fronterizo de Biriatou cuando trataban de forzar la carga de un transporte aleman y dos arrantzales fueron detenidos por apedrear a un camión y luego puestos en libertad.

En ese mismo punto, poco después del mediodía, un cabo primero de la Guardia Civil arrebató el magnetófono a un equipo de informadores de la cadena Ser y borró una grabación. Una hora antes, otro guardia había pretendido, sin éxito, apoderarse del carrete de fotografías de un informador gráfico. Portavoces de la cadena Ser indicaron ayer se ha presentado denuncia contra este agente.

La tensión de los arrantzales de Fuenterrabía fue incrementándose a lo largo de la jornada en la medida en que comprobaban la imposibilidad de frenar la importación del pescado comunitario y la escasa efectividad de las medidas de presión adoptadas hasta ahora para recuperar el derecho a faenar en el caladero de Eskote. La ostentosa presencia, en la desembocadura del Bidasoa, de una decena de barcos de la Armada francesa les obliga a descartar momentáneamente un nuevo bloqueo de] puerto de Hendaya. El conflicto puede así derivar en acciones más indiscriminadas e incontroladas. Un turismo francés fue incendiado y destruido el miércoles por la noche en Fuenterrabía y los arrantzales hablan ya de arrojar gasóleo a las playas del País Vasco francés, muy frecuentadas, por otra parte, por ciudadanos de este lado de la frontera.

El conflicto de los pescadores coincide con el desatado por los ganaderos navarros contra la carne importada procedente de la CE. Anteayer, un camión español cargado con carne de cordero y ternera de importación fue quemado en el alto de Echagarate, entra las Navarra y Guipúzcoa. La acción fue reivindicada por el sindicato de agricultores y ganaderos vascos ENHE.

Con los barcos amarrados a puerto desde hace un mes y tras los desastrosos resultados de la campaña de la anchoa, muchos arrantzales viven hoy angustiados por su situación economía familiar.

La movilización en las carreteras continuará en los próximos días. Ayer en la puerta de la cofradía de Fuenterrabía, el puerto más afectado por el veto francés al caladero Eskote, había colocado un panel detallando los turnos de vigilancia que corresponde a cada piquete. En la frontera o en cualquier ruta, de día y de noche, los piquetes, algunos con radiotransmisores, tratarán de aprovechar un descuido.

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