Alfonso Robelo admite que la CIA financia la oficina de la 'contra' en Madrid

Alfonso Robelo, uno de los tres líderes de la oposición nicaragüense financiada por Estados Unidos, declaró ayer a EL PAÍS en Miami: "Felipe González despotricó contra la contra y habla bien de los sandinistas para satisfacer al ala izquierda del PSOE tras el referéndum de la OTAN". Robelo admitió también, en una entrevista, que fondos de la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana) pagaron la apertura de la oficina de propaganda de los rebeldes en Madrid, y aseguró que una invasión estadounidense de Nicaragua "no es necesaria y sería un disparate".

, ENVIADO ESPECIAL

Un informe del Pentágono, revelado ayer por The New York Times, dice que, si se firmase el Acta de Contadora en su redacción actual, Nicaragua podría violarla fácilmente, lo que sólo dejaría abierta la posibilidad de una intervención militar masiva de Estados Unidos. El Pentágono calcula que en una invasión necesitaría utilizar a 100.000 soldados, apoyados por fuerzas navales y aéreas, y costaría, en el primer año de hostilidades, 9.000 millones de dólares (1,2 billones de pesetas).Robelo declaró: "No tengo sangre para entrar en mi país tras una invasión de Estados Unidos. No es necesaria, no se ha pedido nunca y es un disparate". Sin embargo, admitió la posibilidad de una acción directa de los marines en el caso de una gran provocación, como por ejemplo, dijo, "si los sandinistas matan a monseñor Obando" Cardenal, arzobispo de Managua y principal fuerza de la oposición interna al régimen de Managua). En ese caso hipotético, explicó Robelo, podría venir una invasión de EEUU y los norteamericanos quizás entraran en Managua vitoreados por todos.

"Felipe González tiene la realidad de la situación en Nicaragua, por lo íntimamente que estuvo ligado al proceso de la revolución, pero en su actitud juegan mucho el antiamericanismo, -y el antirreaganismo que se respira en toda Europa", afirmó Robelo, un empresario millonario que ocupó un puesto en la primera Junta de Gobierno tras el triunfo de la revolución sandinista.

Pecar y rezar para empatar

Robelo dijo que, en el entierro del primer ministro sueco Olof Palme, González hizo unas declaraciones "tremendamente favorables a los sandinistas, aunque en privado está haciendo una labor para intentar moderar a los comandantes, si es que ya no perdió las esperanzas. Si González no se expresa de otra forma es porque tiene que jugar una política interna", añadió.El Gobierno español autorizó la apertura de una oficina de la UNO (Unión Nicaragüense Opositora) en Madrid, pero González cortó sus relaciones con Robelo.

"Es una forma de pecar y rezar para empatar", afirmó gráficamente Robelo. "Si Felipe pecó con lo de la OTAN porque tuvo que cambiar de opinión, ahora le viene muy bien satisfacer a la izquierdadel PSOE hablando bien de los sandinistas. Comprendo que sufre en su propiacarne las actitudes antinorteamericanas, por estar aliado con EEUU, y las actitudes anti-Reagan por la animadversión que algunas personas tienen contra el presidente de EEUU. Uno comprende estas cosas, añadió. Robelo está reunido en Miami con los otros líderes de la contra, Arturo Cruz y Adolfo Calero, para dotar de un proyecto político a la organización y mejorar su imagen.

Robelo explicó que las reuniones que los dirigentes de la contra celebraron en Madrid, a principios de marzo, con periodistas y publicitarios trataban simplemente de mejorar la imagen de la UNO en Europa y sus relaciones con partidos políticos, sindicatos y medios de comunicación. "Nunca hemos comprado periodistas", dijo Robelo. "Nada de esto es pecaminoso ni horrible, se trata de contrarrestar un poco los muchos millones que se gasta el Frente Sandinista en Europa". En Madrid, precisó, los dirigentes de la oposición no contrataron "ningupa campaña".

Robelo reconoció que el problema de Nicaragua ha perdido importancia en Europa, tras la crisis de Libia, y sólo se reaviva en momentos como los actuales ante la proximidad de la firma .del Acta de Contadora.

Robelo explicó que Managua hará lo que le diga Moscú y que, si el líder soviético, Mijail Gorbachov, quiere una distensión internacional, los sandinistas firmarán el 6 de junio el Acta de Paz. "Nosotros queremos que se llegue a firmar algo en Contadora, pero algo que sea clarísimo, verificable y de ejecución símultánea, corno nos han prometido los norteamericanos", dijo.