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ALARMA NUCLEAR

La Union Soviética anuncia medidas disciplinarias contra tres funcionarios locales de la central de Chernobil

Pilar Bonet

Las autoridades de la URSS indicaron ayer su voluntad de buscar responsabilida des personales en el accidente de la central nuclear de Chernobil, al anunciar procedimientos disciplinarios contra tres funcionarios locales de modesta categoría, acusados de falta de atención e indiferencia hacia los evacuados que tenían a su cargo. El número de personas obligadas a abandonar sus domicilios en la zona de 30 kilómetros alrededor de la central se acerca a las 92.000, según los datos oficiales. El Gobierno soviético anunció ayer que seis personas murieron a causa del accidente y que otras 35 se encuentran en estado grave.

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Las causas del accidente, que comenzó, según, la versión oficial, con una explosión en la sala de máquinas del cuarto reactor, se guían ayer sin ser desveladas, pero fuentes soviéticas afirmaban que el cuarto bloque de la central había revelado fallos antes de que la explosión sucediera en la madrugada del sábado 26 de abril y que ésa era la razón por la cual el reactor estaba operando con una capacidad inferior a la que le correspondía, que es de 1.000 megavatios. Al parecer, las autoridades soviéticas dijeron a los funcionarios de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (IAEA) que la semana pasada sobrevolaron la central que el reactor operaba al 7%. de su capacidad por estar siendo sometido a una "operación planeada de mantenimiento". El primer ministro de Ucrania, Alexarider Laishko, dijo a, los corresponsales que visitaron Kiev que el reactor estaba parcialmente cerrado para ser reparado, según la versión de Reuter, y que operaba con una potencia de 200 megavatios. Según el jefe de la agencia Novositi, Valentín Falin, el accidente se debió a un "fallo humano". Falin no especificó de qué fallo humano se trataba ni en qué momento se produjo éste. Fuentes soviéticas indicaron que la central había forzado su ritmo de forma precipitada y sin estar en condiciones para ello con objeto de cumplir nuevos objetivos fijados con motivo del 27º congreso del partido comunista (PCUS). El fallo, según estas fuentes, tuvo un carácter técnico. El 17 de enero pasado, Pravda informaba que Chernobi funcionaba a pleno rendimiento y que el colectivo había asumido obligaciones suplementarias con objeto de producir anualmente 29.000 millones de kilovatios/hora. Pravda mencionaba ayer, por primera vez de una forma crítica, los nombres de tres funcionarios de la empresa luzhatornenergostroitrans, que tenía a su cargo a la plantilla de 200 personas de la empresa que habían sido evacuada junto con sus familias.Durante los 10 días que habían transcurrido desde la evacuación, los funcionarios, miembros del partido, no hicieron nada para ayudar a la gente, no les pagaron a tiempo sus sueldos, no repartieron ropa e "ignoraron las legítimas peticiones de los evacuados". El ingeniero jefe, N. A. Shapovala, "se mostró totalmente indiferente a los destinos de la gente que se encontraba en una difícil situación. La inmadurez política, la inactividad y la falta de comprensión por parte de los irresponsables dirigentes costó caro a la gente".Shapovala fue expulsado del partido por "insensibilidad e inhibición" en el cumplimiento de sus obligaciones. A. Siclikarenko, otro de los funcionarios, fue castigado con una amonestación registrada en su documentación del PCUS, y A. Gubski _el secretario de la organización del partido en la empresa_ fue criticado por no saber dar a tiempo "una valoración honesta de lo que sucedía". Pravda no indicaba el castigo recibido por Gubski en un artículo junto al cual se imprimía la primera foto de la central siniestrada. A juzgar por el reportaje presentado el día anterior por la televisión la central de Chernobil ha entrado en otra fase, ya que los responsables de la comisión encargada del asunto aseguraron que el peligro de castástrofe había pasado. Pravda calificaba de "excepción" el comportamiento de los tres funcionarios.Abnegación

Los artículos aparecidos en la Prensa soviética hacen referencia a la abnegación de los implicados en las tareas de salvarnento. Unidades que participaron en la operación de rescate, afirmaba una fuente soviética, se quitaron los trajes de protección contra la radiactividad para no asustar a la población, que iba vestida con ligeras ropas de primavera. Por otra parte, el silencio de Mijail Gorbachov, que todavía no se ha expresado sobre Chernobil, llama la atención de los observadores, acostumbrados a sus frecuentes intervenciones tanto en política como en economía. Gorbachov fue informado antes de la reunión celebrada por el Politburó el lunes 29 de abril, según Valentín Falin, que prefirió dejar al líder al margen del asunto. Fuentes soviéticas aseguran que el mecanismo de información en accidentes menos graves que el de Chernobil está pensado para que el director de la empresa se ponga en contacto inmediato con las autoridades de su república, de tal forma que Moscú pueda conocer la situación de implazo muy breve. Las fuentes llamaban la atención sobre las reticencias de los funcionarios medios para tomar decisiones y la tendencia a concentrarlas sobre Mosá por el miedo a recibir una reprimenta en caso de equivocarse. Según esta lógica, Moscú debería haber tenido noticias del accidente en un plazo de horas. Ayer, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, VIadimir Lomeiko, que se negó a dar el número de víctimas, condenó la prohibición por la CE de importar alimentos procedentes de países socialistas y manifestó que estas medidas son parte de una historia antisoviética y un intento de utilizar la desgracia para una política sucia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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